sábado, 29 de noviembre de 2008

Por aquello de la tercera cita

No sé cómo empezó esto. Un día nos conocimos y para el otro ya estábamos tocándonos nuestros cuerpos sin pena. Pero, todo fue tan perfecto que incluso mis límites de tiempo fueron violados en un tiempo récord que no habría imaginado nunca. Tan pronto estaba en sus manos. Tan pronto podía tocarme y hacerme muchas cosas. No lo noté. Todo me parecía bien. No había en mi mente señales de que iba rápido. Él lo manejaba tan bien que no podía darme cuenta.

Todo empezó cuando decidí ir a su casa, o mejor dicho a la casa de su amigo (de ahora en adelante Ricochet) donde él se quedaba en la capital mientras hacía sus estudios. Nos encerramos en su cuarto, conversamos sobre cualquier cosa: de cómo lo había agregado al Messenger con una identidad falsa, sobre cómo había sido nuestra infancia, sobre las tantas veces que lo había visto en Garambutown y me había gustado, y las tantas veces que me había visto en Garambutown y según él, le había gustado. También, esa segunda cita se producieron reacciones eléctricas en mi cuerpo, fue con el choque de nuestros labios, aunado ya sea al roce de sus dedos en mi espalda y cuello, o bien, aunado con sus labios en mi cuello. Así empezó es ese lado erótico, mi cuerpo tambaleaba al sentir sus dedos en mi espalda y se juntaba hacia el de él; con un simple beso en el cuello podía sentir un montón de ñañaras bajar hasta la pierna del lado en que me besaba. Parecía loca poseída. Era la primera vez que un muchacho me hacía eso. El sólo se limitaba a hacer lo suyo a la vez que repetía “¡Con ganas!”. Yo preguntaba “¿por qué dices ‘¡Con ganas!’”, y me contestaba “Es que te pones con ganas”. Luego de estar con él un par de horas le decía que tenía que irme pues ya pasaba de la media noche, a lo que él me pedía que me quedara. No podía quedarme. Dentro de mí siempre ha estado la vocecita que me dice lo que no debes hacer. ¡Cómo he luchado contra esa voz!

A veces me ponía a pensar qué hubiera pasado si hubiera accedido a las invitaciones de Ricochet de ir a su casa mientras estaba en cama, enyesado. Quizá nada sería lo mismo. Tal vez Alfalfa me habría visto con él y nunca me hubiera hablado. Pero las cosas habían pasado así, yo había desairado al buen Ricochet, el niño dark, porque me daba mala espina y había entablado una nueva “amistad” con Alfalfa.

A veces me ponía a pensar qué hubiera pasado si yo hubiera tenido el valor de hablarle directamente desde aquellos tiempos en Garambutown. Seguro ya nos conoceríamos perfectamente y seguro ya hubieran sucedido muchas cosas. Pero no, mi timidez nunca me dejó hablarle. Ahora, lo que contaba era que ya éramos un poco más mayores, que estábamos en la capital sacando adelante nuestros estudios y a la par viviendo la fantástica aventura que apenas comenzaba.

viernes, 28 de noviembre de 2008

La espera

Luego de esa primera "cita" del martes 18 de noviembre, siguieron varias pláticas por messenger, no recuerdo ahora de qué trataron, no tengo los historiales de conversación porque ya han sido borrados al formatear la compu, pero seguro que nuestras pláticas fueron sobre las primeras impresiones y de nosotros mismos. No importa. El chiste es que ese fin de semana siguiente, el niño me quería ver de nuevo. Seee.. yo también quería, pero, daba la casualidad de que ese mismo fin de semana debía hacer varios trabajos, planeaciones y materiales, todo para que me fueran revisados durante la siguiente semana para así poder ir a prácticas a la escuela primaria con los niños de sexto. Yo por mi parte me moría por ir a verlo, pero por el trabajo de ese fin me vi obligada a decirle que no, claro, le expliqué las razones. Así se pasó la semana de "revisión de materiales", en la que todavía no podía acabar los trabajos. El chico Alfalfa me mandó varios mensajes como "¿Nos podemos ver?", "Hola niña. ¿Ya se desocupó?" y "¿Aún sigues ocupada o ya quieres que te moleste?" Y yo, aún sumergida en trabajos que por razones de hueva no hice el fin de semana que se suponía había sacrificado. Pensaba que debía aceptar salir con el niño porque me insistía y me insistía obteniendo siempre negativas de mi parte. Pensaba que se cansaría de insistir. Y al fin de la semana, decidí quedarme en la capital y no ir a ]Garambutown solo para salir con él, sentía que era justo quedarme pues él esperó un tiempo considerable sin verme e insistiendo. Y me quedé, pero mi hermano (con quien comparto la casa en la capital) también se quedó.

martes, 18 de noviembre de 2008

El encuentro

Y aquel martes, mientras escuchaba Do You Wanna de Franz Ferdinand y algunas otras rolillas escandalosas, me preparaba para el gran encuentro con Alfalfa. Sabía que cualquier cosa podía pasar: una decepción, un enamoramiento, incluso un plantón. Hasta a veces pensaba que, él con sus amigos me habían tendido una trampa, en la cual nunca se presentaría y que en medio de mi gran desilusión sería grabada por ellos como una tonta que se las había creido todas, y todo para su gran colección de videos de tontas que caen por el messenger.

Esa tarde, me arreglé creo que un poco más de lo habitual, y con ello, me sentía extraña, sí, pero más segura. No sabía exactamente dónde era el punto de encuentro, no porque no hayamos quedado de acuerdo donde, sino porque normalmente no salgo mucho y por ende no conozco bien la ciudad. Así que me fui un poco más temprano de lo acordado para asegurarme estar ahi a tiempo.

"Qué onda, yo ya llegué. Te espero" fue el mensaje que me mandó mientras me dirigía hacia el lugar pactado. Caminando, pasé varias canchas deportivas, unos juegos mecánicos y luego, tras varias columnas que formaban marcos ostentosos, ahí estaba él, sentado, esperando. Tan lindo. Más lindo de lo que yo esperaba. Mi corazón palpitaba por la emoción. No sabía qué diría, no sabía qué pasaría. Decidí no mantener expectativas y dejar que todo siguera el curso que debiera seguir. Y al llegar, un beso en su mejilla fue lo mejor. Un hola y a platicar.

Mi mente trabajaba más lento de lo normal. Estaba como pasmada por estar en esa situación. Nunca había quedado en verme con alguien en una cita. Nunca pensé que por fin fuera a conocer al tipo Alfalfa, así que me sentía en una atmósfera extraña que me entorpecía. Según lo que me contaba el niño ese, tampoco había estado en una situación similar y yo no le creía. Seguro que había tenido cantidad de citas y me mentía. ¿Cómo un niño bonito iba a salirse de los estándares? Yo le preguntaba por qué en esta ocasión si había accedido a salir conmigo y en otras ocasiones no lo había hecho. Y respondió que porque a él no le gustaban esas cosas, pero que esta vez era diferente, porque yo le gustaba. Hablamos de muchas cosas, de sus gustos y de los míos, de cómo eramos e incluso de hablamos de hentai y cosas sin sentido. No sabía que impresión se llevaría de mí.

Algo que me llamó mucho la atención en él fue su aberrante rechazo hacia las personas que fuman y toman, y más especialmente por aquellas prepotentes y conformistas. No tomar y no fumar hablaba bien de él pero era mucha su repulsión hacia las personas que lo hacían. Fue algo raro. Luego empezó a hacer frío y nos fuimos a su vocho n_n Platicamos otro rato ahí y para cuando quisimos ir a otro lugar, ya era demasiado tarde, así que me llevó a mi casa.

Ya casi al despedirnos me insinuó algo así como... qué pasaría si tratara de darme un beso . Y yo dije que era muy pronto para besos, el lo entendió y tras un gracias me metí a la casa.

Quedamos que me llamaba o me mandaba mensaje para salir de nuevo.

sábado, 15 de noviembre de 2008

¿Es una cita?

Y como el chico Alfalfa ya no se conectaba, decidí buscar una nueva víctima. Una víctima que entrara dentro de los requerimientos. El elegido fue un niño dark, con cabello largo y negro, de tez blanca, ojos claros y barba de chivo que había visto en mi pueblo. ¿Cómo lo elegí? Por el Internet: vagando por algunos flogs me tope con el suyo y tras leer sus escritos, pude decidir. Qué casualidad, en verdad, que su correo fuera el mismo que el ID de su flog. Lo agregué por que me parecía interesante, y para variar (jajaja) le dije algunas mentiras sobre mí identidad, le dije que era originaria de la ciudad donde ambos estudiamos y, algo increíble, ni siquiera se interesó por mi nombre, mi dirección, ni nada. Buen comienzo.

Después de algunas pláticas, ya me había invitado a su casa, según él para a hacerle compañía un rato porque lo habían enyesado de una pierna y “se sentía solo”. Claro que no fui después de ver que ni siquiera sabía mi nombre, y mucho menos cuando él me contó que su abstinencia lo volvía loco y que estaba desesperado por una chica. Pobre muchacho, en verdad se le nota que es buena gente, pero con un hombre desesperado… ¡Aguas!

Al final le terminé contando que yo lo conocía y que lo agregué porque me parecía una persona interesante. Sorprendentemente, otra vez no me preguntó nada sobre mí, ni cómo era que lo conocía.

Luego de unos días, por casualidad me encuentré conectado al tipo Alfalfa. Ya un poco desilusionada luego de tanto rato, le dije la verdad del asunto.* Le dije que lo conocía y quién era yo… y a diferencia del chico del yeso, el tipo Alfalfa se interesó en saber quien era, me preguntó cómo era que lo conocía y qué clase de loca inventa-cuentos era yo.

-Aaaah… Sí… Tu eres Garambullita, verdad- (y hasta mis apellidos nombró).
-¿Y cómo me conoces?- pregunté yo.
-Tu prima me ha contado algunas cosas sobre ti.
-¿Qué cosas?
-Pues cosas.
-Dime, por favor.
-Pues me ha dicho que te parezco algo agradable. ¿O no es así?
-Sí, de hecho sí, por eso es que te he agregado.

Me sentí vulnerable cuando supo quien era yo, pero también en el fondo, además de vulnerable me sentía bien porque no era una completa desconocida para él.

Continué soltándole todo el rollo pero no aquel que decía que se me hacía guapito y que a veces suspiraba por él, no. Lo que le dije fue más bien lo mismo que le dije al chico del yeso: que se me hacía una persona interesante, que por eso investigué su correo para conocerlo y que había otro chico al cual también lo agregué sin su permiso. (Seeeee.. Soy la reina de la mentira) luego le conté sobre la invitación que me había hecho el otro chico y empezó a atar algunos cabos que para mí eran desconocidos:

-Qué casualidad, mi yo también tengo un amigo que acaba de ser enyesado.
-¿Ah, sí?
-Sí, es un amigo con el que me quedo en la capital. Se llama _____________

Al escuchar su nombre, jajaja.. me fui para atrás porque era el otro menso que había agregado y que me había invitado a su casa!! Jajaja... Resulta que vivían juntos!!. Jajaja. Estuvimos platicando un poco sobre la situación y al leer toda la verdad, él simplemente dijo “¿Y por qué no me pediste mi correo y ya?”. Qué fácil lo ponía.

Para mi sorpresa, el tipo Alfalfa no era tan tímido como algunas ocasiones me había hecho creer:

-¿Y entonces qué?- preguntó él.
-¿Qué de qué?- contesté extrañada
-¿Cuándo nos vemos?
-:o
-Pero si no quieres no.

Recordé aquellas cosas que dije alguna vez como: “Debo hacer algo para que las cosas sucedan y no dejar todo al destino”.

-Pues, ahora no puedo, estoy ocupada.
-Puede ser en cualquier otra ocasión, no te preocupes.
-Bien, pero no tienes a alguien que te regañe?
-Jajaja. No. ¿Qué tal el martes?
-Está bien.
-Pues dime tu dirección para pasar por ti.
-No. Mejor yo paso por ti. Jajaja!!
-Por qué te ries?
-Es que tu amigo me había invitado también y con el no quise ir.
-Em, pues si quieres nos vemos en otro lado.
-Bueno, está bien.

Y así quedó. La verdad no tengo tanto entusiasmo como hace meses en que volaba por los aires nomás con decir el nombre del tipo Alfalfa, aún así, muchas cosas pueden suceder. Espero que todo salga bien.

*Acuérdense que investigué el correo de este chico y al igual que al tipo Dark lo agregué sin su consentimiento inventándome una identidad falsa.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Noche fría en la carretera

Este viernes en que mi hermano y yo nos preparábamos para regresarnos a nuestro pueblo en tan merecido mini-puente, llegó mi papá a ciudad capital porque tenía algunos mandados y el joven Derek (un amigo de mi hermana originario también de Garambutown) nos pidió un aventón pal pueblo pues él también quería pasarse el puente en su tierra. Así que le dijimos que sí. (Hay que ser solidarios con los paisanos).

Pasamos por él como a las 7 de la tarde y emprendimos el viaje, pero parece ser que Derek nos trajo las malas vibras porque el carro empezó a fallar para al final quedarse parado en la carretera y nosotros sin red de celular. No quedó otra más que pedir aventón a los que pasaban, y ya me iba a ir yo también en el aventón, pero papá no me dejó. Hacía un putero de frío y luego de unas dos horas llegaron por nosotros.

Al final, bromenando con Derek, me decía: "pa la otra mejo me voy en el autobús".

Consejo: Cuando inviten a un amigo a viajar, primero denle una barridita pa las buenas vobras y revisen bien su carro... jeje.

martes, 11 de noviembre de 2008

Nos descubrieron :o

No, no, no, no, no. Esto no pudo pasarme más que a mí y de la manera que me pasó. ¿Querías algo sobre qué postear? ¡¡Pues toma!! ¿A qué diablos me refiero? Um.. pues, comencemos por el principio.

Como ayer por la noche, justo cuando me iba a decicar a terminar las tareas que me faltaban se conectó el que yo quería, resulta que no hice ni pedo de ellas, por ende, en la escuela me puse duro y dale. Estaba en la clase de Artística y me encontraba haciendo tareas de historia. Imangínense. Para mi suerte, la maestra de Artística es coordinadora de el grupo de teatro de la escuela y no sé cómo estuvo el rollo (porque estaba bien metida en las tareas) pero puso a los que traían su lap a buscar pastorelas o fotos de pastorelas, no sé qué demonios!! Y se pusieron a buscar, entonces de repente:

Alumno1: Oye Garambis, mira aquí sales tú!!
Garambullita: Uh? :/ De qué está hablando?
Alumno1: Mira aquí estás tú!! Ven.
(Me dirijo hacia donde me llamaban y veo una página con fondo negro y letras moradas en donde estaba una foto mía con la cara pintada como zombie).
Garambullita: (Soprendida por dentro pero con tono muy natural) En serio? Aaah... sí.

Lo que más me sorprendió que esta persona no leyó, no fisgó, no nada, sino que le dió hacia atrás, donde apareció en los resultados de la búsqueda de imágenes una foto que yo subí de una pastorela. Mejor me fui a mi banco a continuar, tratando de no armar alboroto que levantara sospechas y luego:

Alumno2: (En voz alta con tono de "vaya, vaya", desde otra lap) Garambulloblog... Soy una niña masoquista y esquizofrénica que carece de autoestima. Soy voluble, soñadora, seria y me gustan los buenos tratos.
(Dejé lo que estaba haciendo y volteé a verlo sorprendida. Ya había descubierto todo. Me mira y se sonríe, y yo, desconcertada, vuelvo a "seguir con la tarea", entre comillas porque de tan sorprendida me había quedado petrificada. Una y otra vez pensé en eso el resto del día).

El segundo alumno, la verdad no sé qué tanto fue lo que vio, lo que sí es seguro es que ya dio con este lugar y quizá le de curiosidad por volver a entrar, aunque como soy tan cero a la izquierda quizá ni le preste atención. No sé, cualquier cosa puede pasar. Aquí tengo muchas cosas personales, íntimas y no tan bonitas, como para que todas las personas que conzco anden leyéndolas. Espero, que no les de curiosidad y quieran entrar de nuevo, pero como yo no mando, si entran ojalá que no juzguen mal las cosas y no anden divulgándolas.

Me voy. Adiosín. Que pasen un día formidable.

PD: No sabía que el Flickr era así de traicionero.. :(

*Pensando*

lunes, 10 de noviembre de 2008

Día bueno

Hoy fue un día chido. Y aunque para la mayoría se verán como dulces y estúpidas anotaciones de diario infantil, a mí me complace.

Me levanté muy temprano para hacer una historieta sobre los pasos que se deben seguir en una investigación y aunque los resultados no fueron la gran chingonada, el meollo del asunto es que ahora sí cumplí con la tarea como papá Dios manda, y eso, mis queridos jóvenes, eso sí se siente chingón. Luego, tuve examen de Temas Selectos de la Pedagogía sobre las hazañas y aventuras que hizo un individuo llamado Jules Ferry, y como se han de imaginar, mi holgazanería me impidió abrir el cuaderno de apuntes y no había estudiado, así que con una repasadilla unos minutejos antes del examen y los destellos de divinidad que pedía a los ángeles que me enviaran, contesté el examen. No sé si fueron los destellos o sabe que pedo, pero parecía que me habían puesto baterías del conejo del tambor, porque estaba bien entrada conteste y conteste.. jeje.. (Aún falta que eso que contesté esté correcto.. jajaja..). Luego puse mucha atención en la clase se Naturales y hasta participé entusiastamente. Oh, sí… a veces me amo..!!

Llegué a la casa y me puse a avanzar en la tarea y luego me dormí media hora. Me puse a navegar y más tarde me fui a cenar con mi hermano y un amigo suyo. Jajaja, y ese amigo de mi hermano no sé qué diablos se proponga pero me anda echando el chihuahua.. (Aaaah, caaaaaa… nijo.. jajaja) el perro, para que mejor se entienda, y anda muy animoso, pero ese niño es un tipo muy loco igual que mi hermano.. nomás andan en la calle de arriba abajo.

Por ahora lo único que la esta cagando en este día es que el menso se mis quereres no me ha hablado. Osh, me voy a poner mal. Me pondré a hacer más tarea y veré tele.

Cambio y fuera.

PD: Ya llegó el que yo quería. =D ¡¡Oh, sí!!

domingo, 9 de noviembre de 2008

Qué percibe



Caballero oscuro que por la noche vaga solitario:
Detenga su paso un instante y escuche a su alrededor.
Levante la mirada del suelo, aunque opaque la hermosura de la luna.
Recoja sus cabellos largos para que sus ojos vean
-si con la intuición no logró reconocer lo que quiero, quizá necesite observar-.
Ya mientras sus ojos me miran, dígame por si mismo qué es lo que logra percibir.

¿Nada? ¿Sus sentidos están tan mecanizados cual androide autómata?
¿Nada? ¿Acaso es que se niega a admitir lo que es tan evidente?
Sé que la soledad es cruel y que la vida ya casi no tiene para usted, grandes razones de ser.
Sé que las largas noches de soledad hicieron en su corazón una coraza de metal.
Pero, deténgase un momento a mirarme, quiero que vea que no se encuentra solo.

Ha pasado ya momento y usted aún no percibe.
Vuelva a mirar, no con la hostilidad con la que mira a la vida, sino como mira un hombre a una mujer.
Vuelva a mirar y… Ya mientras sus ojos me miran, déjeme le doy un beso.

Tome esta rosa roja que traje especialmente para usted esta noche y dígame
¿Qué es lo que logra percibir?
Y ya mientras sus ojos me miran, déjeme le doy un beso.
Ya mientras ellos me miran, déjeme decir que lo quiero.


PD: ¿Cómo puede un tipo ponerme a hacer estas letras, sin siquiera proponerselo? ¿Se lo propondrá y yo sin saber? Garambullita ilusa y soñadora.

jueves, 6 de noviembre de 2008

2 3

Mi día está regular, no tuvimos clase el día de hoy porque fuimos a unas conferencias. ¡Ay qué chafas pensamientos tengo! No me cuesta nada ser positiva y decir que estoy chingonsísimamente bien para empezar a sentirme chingonsísimamente bien. Um... esto me recuerda:

Tío: ¿Cómo estás?
Garambullita: Dos tres.
Tío: Ay mija, así no se contesta.
Garambullita: ¿Entonces cómo?
Tío: Fíjate. Todo lo que dices y piensas tu mente lo proyecta en ti. Entonces, si dices que estás dos tres, vas a andar dos tres. Ahí es cuando debes ser inteligente y cambiar las palabras; en vez de decir dos tres, mejor di tres cuatro, cinco seis... pero no eso que dijiste que, es tan poquito. O también somos muy dados a que cuando nos preguntan cómo estamos, responder "Más o menos"... y en vez de eso deberíamos decir...
Garambullita: Más que menos...
Tío: Y no menos que más...

Jajaja... ambos bien chalados!! De tal tío tal sobrina. Ahora sé de dónde vienen esos pensamientos extraños... jajaja.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Nequicia


CAMPO DE BATALLA
Nace en las ingles un calor callado,
como un rumor de espuma silencioso.
Su dura mimbre el tulipán precioso
dobla sin agua, vivo y agotado.

Crece en la sangre un desasosegado,
urgente pensamiento belicoso.
La exhausta flor perdida en su reposo
rompe su sueño en la raíz mojado.

Salta la tierra y de su entraña pierde
savia, veneno y alameda verde.
Palpita, cruje, azota, empuja, estalla.

La vida hiende vida en plena vida.
Y aunque la muerte gane la partida,
todo es un campo alegre de batalla.
Rafael Alberti


POEMA 22

Esto que te advierto mujer es serio
así no puedas escuchar mi tono amenazante:
no vuelvas a ocupar mi cuarto
porque no respondo por mis actos.
De seguro te tomo entre mis brazos
te levanto
te cargo
te meto en mi cama
y te desvisto
me acuesto a tu lado
y te descubro
te recorro
te palpo
te conozco
aprendo de memoria las formas de tu cuerpo
y te beso de los pies a la cabeza.

(Posiblemente yo me gaste la nochede este modo).
Sin duda alguna te leo mis versos
y te canto los cantos escritos en tu nombre.
Luego suprimo mis palabras
y simplemente te amo
te acaricio
te penetro
espero a que te duermas
y te siento cerca.

(Posiblemente más tarde
yo también me duerma).

Cuando amanezca te susurro un hola
y te ofrezco la promesa
de no hacerte
-nunca más-
esta advertencia.

Hernán Darío Blaír T.