sábado, 24 de noviembre de 2007

El tipo guac

Y como suelo viajar em microbús ¡me suelo encontrar cada tipo de persona!.

Un día me topé con un tipo desesperante. De esos encimosos, atrevidos, aventados. ¡Guac!
¡Y luego con el corte de cazuela más espantoso que pude haber visto en mi vida! ¡Guac al cubo!
Se sentó junto a mí. Hacía frio y empecé a frotarme las manos. Aprovechó esto para 'hacerme plática'. Cada cosa que decía me parecía ridícula y yo solo contestaba con un "Ajam". Y aunque me hubiera caido bien un poco, normalmente soy una niña de pocas palabras, así que 'ni en tus sueños tipo feo'.

Me empezó a contar que el tiene no sé que puesto en no sé qué lugar, que toca la guitarra y cantaba, que siempre tiene trabajo y anda muy ocupado.... Y yo ¬¬
Pienso que pensaba que con eso me podía impresionar contándome todas sus hazañas o qué se yo, pero la verdad cosas como esas no me impresionan cuando se cuentan tratando de impresionar.

Me lo encontré varias veces, pues él entra al trabajo también a la misma hora que entro yo a la escuela (jajaja... hasta eso me contó) y siempre me quería ayudar con mis libros, me quería dejar el asiento ¡¡y hasta me propuso acompañarme a la escuela!! ¬¬ Si hubiera sido un tipo con otro peinado y sin prepotencia otra cosa hubiera sido.

Me cayó tan mal, que nomás de acordarme me fastidia. Um ¬¬

Bueno, mejor ya voy a dejar de llenar mi blog con los "recuerdos de ese tipo". Bah!

lunes, 19 de noviembre de 2007

Retrasado

(Entrada atrasada)

19-noviembre-2007

Quérida hoja de papel:

Cuántas ganas de tirar la hueva tengo, pero hoy no es día que pueda hacerlo. He estado muy atareada con esto de las prácticas en la primaria. Este semestre todo se ha enfocado a tratar de ser una niña cumplida, a recuperarme en todos los aspectos y a llevar con éxito mis prácticas. Ya estaba dejando todo sin rumbo y no me importaba nada, pero ahora, siento que estoy tomando el timón de esta vida prostituta. Aaah!! Cuántas ganas de estar en mi pueblo; polviento y todo, pero, cuántas ganas, sin duda. Ya quiero que venga Santa, aunque eso signifique que me de cuenta que ya no soy una nena. ¡Qué pena! Mis ojeras son las de siempre, creo que un poco más aumentadas y la cara más amarilla que nunca. Debería dormir un poco más, pero, soy tan indecisa y a la vez tan lenta para escoger qué haré y en eso se me pasa la noche. Que si le pinto de rosa, de café, que si le pongo papel crepé o unas estrellas... Bah! Y al final queda igual de feo como me lo imaginé. En fin, todo sea por la pedagogía. Jojojo.. Aquí una foto:

Primero dibujar y dar color

Y al final... ¡¡¡Taraaaaan!!!

domingo, 18 de noviembre de 2007

Propuesta

Oh sí, lo recuerdo como si hubiese sido ayer. (Toque al puro).
Estaba yo platicando con un viejo amigo de cosas sin sentido; de esas trivialidades que suelen sacarse a flote cuando no se tiene mucho qué decir.
Yo, como buena dama que soy, estaba buscando la manera de despedirme de él. Hacía un buen que no lo había visto y ahora que nos encontramos no podía salir con que 'nomás adiós' y ya. Así que le dije "Bueno, me disculpará Usted respetable caballero pero mi hora de andar en la calle ha sido violada". Claro que esa nadie me la creyó, pero bien que servía de excusa. Sin embargo, yo no advertía algo muy misterioso en mi amigo.
-Espérese Garambulla, Usted sabe perfectamente que no la traje hasta aquí nomás para enseñarle mi reloj de lucesita- me dijo cuando veía que ya estaba por irme.
-¿A qué se refiere? Me está a empezando a preocupar- dije yo con cara de what.
-Pues, estem, sí. Ya sabes. Lo que pasa que te traje hasta aquí para preguntarte algo. Pero, tal vez no sea muy bueno que lo pregunte. Quizás hasta te enojes conmigo.
-No. ¿Cómo me voy a enojar? Si tú eres muy respetuoso y caballero.
-Pues tal vez si te digo lo que te quiero decir ya no pienses mas que soy un caballero.
-Um... venga. Sea lo que sea, confío en el respeto que nos tenemos.
-Bueno... Estem. Pues. Um. Yo... yo quería saber. Si tú.
-¿Si yo qué? ¡Habla ya! ¡Por Diós!
-Si tú...
-¡¡¿¿Qué?? ¿¿Qué??!!
-Quisieras tener un faje conmigo.
En ese momento sentía que los chones se me caían al suelo, pero de la impresión, no de que ya había aceptado su propuesta indecorosa. Me quedé un rato muda. Era la primera vez que un hombre me hacía una propuesta de ese estilo. Luego tomé otros pocos minutos para pensar bien las cosas y las palabras adecuadas para tratar el caso. Pensé dentro de mí: "Garambullita, en verdad quisieras que justo ahora y justo con este chico se vaya la última pizca de inocencia que te queda?... ¡Uy no, no! -seguía dialogando conmigo misma en mi cabeza- Santo Diós, él tiene novia, ella lo quiere mucho, y además, hace mucho que no lo he visto y es casi como un desconocido otra vez. Santo Niñito, ¿qué digo?"
-Oye, disculpa, pero creo que me estás juzgando mal. No soy ese tipo de chicas. Esta bien que estoy loca, pero con eso nunca juego- dije con un tono de voz segura, aunque por dentro estaba temblando.
-Sí, sí. Lo siento. Perdón. No sé en qué estaba pensando. Realmente lo siento. Espero y no me tomes a mal y que sigamos tan amigos como siempre.
-No hay problema. Por mi has de cuenta que no hubiese pasado nada. Ahora, ¿cómo está tu novia?.....

viernes, 16 de noviembre de 2007

Determinaciones


Al estilo Candy Blanca, decidí tomar una serie de determinaciones que dieran un cambio radical a mi vida. Pero, como siempre, soy puro lirili: nada lo llevo a la realidad; todo se queda en un montón de sueños, ideas y planes, es decir, "del dicho al hecho...".


Algo que decidí hacer y que se acercó mucho a lo que había planeado fue no postear hasta que lograra una estabilidad en mi vida, una estabilidad entre mis prioridades y cosas secundarias. Puedo decir que esta determinación se acercó mucho a lo planeado porque no se cumplió tal y como fue pensada, porque sí dejé de postear, pero de estabilidad no hubo nada. Hoy, más o menos ando en las mismas situaciones por las cuales dejé de postear.


¿Pero qué tiene que ver esa determinación (dejar de postear) con establecer mis prioridades? Sencillo y claro: tengo una marcada afición a este blog, soy muy dependiente de él, o más bien dicho, todo lo que pasa por mi cabeza lo quiero plasmar en él, y eso me quita algo de tiempo y me desorienta de mis prioridades; la principal, el estudio.


Mi rendimiento llegó a un punto límite por debajo del normal, mi cumplimiento tuvo un gran descenso, mi capacidad de concentración era -calculada al tanteo- 60% menos de lo acostumbrado. Toda yo era -por no decir soy- la desorientación viviente.


En algún momento llegué a pensar que -como solían decir mis amigas- eran puras alucinacinones mías, que soy muy exigente conmigo misma y que era una exageración, pero esta vez, ellas mismas llegaron a preguntarme qué me pasaba, y desde ahí me sentí muy mal.


Tal vez con todo esto suene como a 'una estúpida matada', pero no lo soy. Es solo que me pongo a comparar entre cómo estaba antes y cómo he bajado tanto en la escuela, que me da tristeza, pero no por mí, sino por mis padres que se friegan el lomo para que estudie sin trabajar.


Fue por todo eso que decidí hacerlo, porque, si por mi fuera, postearía diariamente; pero si no posteando no cumplo con la escuela, mucho menos voy a hacerlo posteando diario.


Todavía estoy en un proceso de recuperación. Y tal vez no postee con mucha frecuencia de ahora en adelante. Y también tal vez ya no acostumbre tanto el Internet y navegar. La determinación sigue en pie, pero ha bajado de escala. Ahora, aunque me muera por estar frente al monitor, me aguantaré las ganas y recordaré cuál es mi prioridad. Ahora, solo cuando haya terminado mis deberes, podré sentarme frente a la computadora para hacer lo que me encanta: pendejear.