viernes, 3 de enero de 2014

Viaje a Villa

Todo el santo día de compras. Este viaje a Villa Hidalgo ya se ha vuelto una tradición anual familiar. No sé ni cuánto me he gastado ya, ni he hecho la cuenta, pero más de cinco grandes yo creo que sí; llegando a casa haré cuentas. Me duelen mis pies y la cabeza, y para colmo, traigo una fuerte tos que no se me ha querido quitar.

En el hotel, para "no gastar de más" (irónico, lo sé) Mena, Nana y yo nos quedamos en la misma cama. Todas apretadas, pero calientitas. =) Suzu se tuvo que regresar antes porque debía ir a su escuela. Mamachi y papachi son la pura risa en este tipo de viajes y son los réferis de nuestros encuentros "máscara contra cabellera".

Este viaje anual es una de las cosas que hace a la familia convivir más, a veces para mal y a veces para bien, la cosa es que no estamos pegados cada quien en nuestros ordenadores y eso ya es ganancia. En un principio pensaba en no venir, pero qué bueno que lo hice. Aguanten los viajes a Villa Hidalgo por más tiempo. =D


Bolsas con todo el mugrero que compramos.
Y esas bolsas grandes, tienen más bolsas adentro.

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