jueves, 2 de enero de 2014

Coty

Se fue mi querubina Coty, mi pequeña gatita de un mes y días. Sé que era muy pequeña para alejarla de su mamá, pero corría peligro de que ésta y los demás gatos grandes se la comieran como se comieron a otros dos críos.

Coty estuvo muy poco tiempo conmigo, pero será recordada por siempre por ser la primera gatita que se quedaba dentro de la casa, a pesar de las quejas de mamachi.

Lo que le pasó fue una infección en una herida provocada por los gatos grandes. Sucedió que un día en que mamachi estaba enferma y chipil, yo debía salir de casa a ayudarle a papachi en su trabajo, pero no tenía con quien dejar a Coty; sabía que si la dejaba dentro de la casa iba a empezar a maullar y mamachi se enojaría, así que la saqué con su mamá. Cuando regresé la encontré con una herida en el cuello, ya un tanto controlada y en proceso de sanación, así que no me preocupé mucho. Así pasaron dos semanas y hasta ayer me di cuenta que su herida se había infectado, pero me di cuenta ya muy noche y por la mañana saldríamos de viaje. El plan era llevarla al veterinario regresando del viaje, pero no aguantó más. En mis manos, durante el viaje, cerro sus ojitos felinos y se fue.

Su pequeño cuerpecito quedó enterrado lejos de casa, al lado del camino por donde viajabamos. Pobre Coty.

Mis hermanos me reclaman que debí haberla llevado al veterinario ese mismo día que la morideron los gatos grandes, yo sé que sí, pero uno nunca sabe lo que pasará, ese día, creo yo, que mi único error fue esperar lo mejor, yo esperé lo mejor y me pasé de positiva al pensar que iba a estar bien, que sanaría y que no había necesidad de llevarlo con el doctor. Mal pensado.

Al final me quedé tristecilla y pensando en que su manera de ser, su alegría y su carisma gatuna ya no estaban más con ella, se habían ido a no sé dónde, sólo nos quedamos con su pequeño cuerpecito y los recuerdos.

Lo siento mi pequeña, Perdóname. :(




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