¿Pus qué? Aquí reportándome después de haber pasado una Noche Buena no tan buena.
Para no hacerla tan larga, sólo voy a decir que otra vez me fui de viajecito (muy corto, pero de todos modos viajecito)... Cuando estábamos dispuestos a regresarnos del mugre viajecito hacia nuestro lugar de origen mis padres, mi hermanita y yo... ¡Que se nos descompone el troncomovil! Entonces nos tuvimos que pasar la Noche Buena en un lugar extraño, lejos de nuestras camitas, durmiendo en una carcacha descompuesta y pa' acabarla, yo con un resfriado ¡que qué poca!
Cuando toqué mi almohadita con mi cabecita, acostada en mi camita, en mi cuartito calientito, de mi casita que está en el lugarcito de donde soy oriunda, eran las 6:00 AM del día 25... Aun tenía los rezagos del resfriado, pero me sentía más confortada, pues ya estaba en mi hábitat...
No estuve en la posada que siempre organizamos mis tíos, primos, hermanos, demás familiares y amigos. No fui a la acostada de los 8 niños Dios a las que siempre asisto. No obtuve mis 8 aguinaldos repletos de dulces y cacahuates. No me comí mis 12 tamales de queso, de dulce, de picadillo, de rajas de chile, de pollo y de carne de puerco. No les dí de trancazos a las 3 piñatas, las que aunque haga mucho frío, siempre cuentan con mis palazos. No tomé mi ponche, mi atole de teja, mi chocolate... ¡Naa! ¡Todo por que al méndigo carrito se le antojó descomponerse!
Ahora, estoy aquí en el cuarto de mi pá, usando su laptop, que por cierto no le gusta que tome prestada. Veo por la ventana el nacimiento que hicieron mis familiares. Escucho "Noche de Paz" interpretada por las lucesitas de navidad que cuelgan del techo de alguna casa vecina. Tengo frío en los pies. Mi nariz parece llave de agua abierta a todo lo que da. Y mi Navidad se está pasando triste.
Para no hacerla tan larga, sólo voy a decir que otra vez me fui de viajecito (muy corto, pero de todos modos viajecito)... Cuando estábamos dispuestos a regresarnos del mugre viajecito hacia nuestro lugar de origen mis padres, mi hermanita y yo... ¡Que se nos descompone el troncomovil! Entonces nos tuvimos que pasar la Noche Buena en un lugar extraño, lejos de nuestras camitas, durmiendo en una carcacha descompuesta y pa' acabarla, yo con un resfriado ¡que qué poca!
Cuando toqué mi almohadita con mi cabecita, acostada en mi camita, en mi cuartito calientito, de mi casita que está en el lugarcito de donde soy oriunda, eran las 6:00 AM del día 25... Aun tenía los rezagos del resfriado, pero me sentía más confortada, pues ya estaba en mi hábitat...
No estuve en la posada que siempre organizamos mis tíos, primos, hermanos, demás familiares y amigos. No fui a la acostada de los 8 niños Dios a las que siempre asisto. No obtuve mis 8 aguinaldos repletos de dulces y cacahuates. No me comí mis 12 tamales de queso, de dulce, de picadillo, de rajas de chile, de pollo y de carne de puerco. No les dí de trancazos a las 3 piñatas, las que aunque haga mucho frío, siempre cuentan con mis palazos. No tomé mi ponche, mi atole de teja, mi chocolate... ¡Naa! ¡Todo por que al méndigo carrito se le antojó descomponerse!
Ahora, estoy aquí en el cuarto de mi pá, usando su laptop, que por cierto no le gusta que tome prestada. Veo por la ventana el nacimiento que hicieron mis familiares. Escucho "Noche de Paz" interpretada por las lucesitas de navidad que cuelgan del techo de alguna casa vecina. Tengo frío en los pies. Mi nariz parece llave de agua abierta a todo lo que da. Y mi Navidad se está pasando triste.
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