Después de haber estado ausente durante dos largos días, me entraron muchas ganas de visitar mi blog. Con esto no quiero decir que cuando lo hago diario no lo haga con ganas, ¡no!, sino que simplemente dan más ganas cuando no lo hago tan seguido...
¿Pero por qué te ausentaste?
Resulta que en estos días me fui con mi familia a San Luis Potosí y a Jalisco de paseo y de compras. Pero creo que sufrí más de lo que me divertí, pues en el viaje de ida, me empezó una leve tosecilla que al llegar a S.L.P. se convitrió en una tos muy gacha; después me dió calentura y dolor de cabeza...
Para esto -ya en San Luis- mi má me dijo que si me quería quedar allí... pero según yo, ese no era el chiste: yo iba a ese viaje pa' salir de la rutina, a distraerme con otras cosas, ¡y no para quedarme en cama, sola en casa, en S.L.P.! Así que con todo y tos, me embarqué hacia Jalisco...
Y hay ando yo en Jalisco con mi cara de fantasma... ¡Ah pero bien paseada la mujer!...
Anoche que llegamos a las dos y media de la madrugada, lo único que quería hacer era dormir, pues sentía que la cabeza me iba a explotar. Cuando me acosté en mi camita, instantáneamente me quedé bien dormida...
Hoy me pusieron una inyección (muy dolorosa por cierto), la cual no quería que me la pusieran pero yo solicité que lo hicieran, pues me sentía muy mal...
Y así es como estoy aquí, después de haber dormido mucho: con los cabellos despeinados, los cachetes rojos de calentura, el cuerpo cortado y con los ojos llorosos... pero eso sí... ¡bien paseada y dispuesta a publicar ésta entrada!...