Lunes 18 de mayo y después de más de un mes te volví a ver. Desde el 11 de abril… ¡cuánto tiempo!
En ese lapso me había dedicado a repasar una y otra vez lo que hay (o debo decir “lo que no hay”?) entre nosotros. Me di el tiempo para asimilar muchas cosas y, lo más importante, para calmarme un poco y tratar de manejar mejor mis sentimientos hacia él. Logré muchos avances; ya no me muero por no verlo. Ahora… aunque sí quiero verlo -tengo que admitirlo- ya no me muero si no lo hago. Me he ocupado mucho también de la escuela y el cuidado de mí misma que, cosas como matarme por un tipo, han pasado a segundo plano.
En ese lapso habíamos platicando solamente por Messenger tal y como si no hubiera ocurrido nada de nada. Siempre sucede así, no puedo enojarme, por un lado porque te quiero y por otro porque no tengo derecho a enojarme pues nada hay entre tú y yo.
Lo que sí pasó ese Lunes 18 fue que, el saber que volvería a verlo otra vez me provocó unas enormes ganas de abrazarlo… Y cuando lo vi nuevamente, ahí paradito, delgadito, con su carita de niño bueno, sus ojitos de borreguito, su piel blanca… tan bonito, con su pantalón blanco y su camisa tipo hippie no me resistí a abrazarlo. Él correspondió a mi abrazo, pero yo, con el temor que se siente al hacer lo que nunca sueles hacer, me aparté.
– ¿Por qué tan cariñosa? – me preguntaste extrañado.
– Es que tenía ganas de abrazarte. ¿Acaso un amigo no puede abrazar a otro amigo?... Pero bueno, ya no te vuelvo a abrazar si no quieres.
– No, abrázame todo lo que quieras.
Y nos volvimos a abrazar. Luego de un rato nos subimos a su carro y estuvimos platicando. Se puso algo cariñoso y le pregunté porqué cada vez que nos veíamos se ponía sexoso y quería hacer cositas, le cuestioné que si sólo me veía por eso? Su respuesta fue que si sólo quisiera eso, no se detendría a platicar conmigo e iría al grano. Para mí, esas respuestas 'convincentes' no funcionan mucho, pero no podía demostrar lo contrario, así que no dije nada más. También me comentó que yo lo ponía cariñoso por mi manera de ser.
Ora resulta que por ser como soy... jajaja. qué buenas respuestas. Lo cierto es que, luego de examinarlo, me he dado cuenta que eso sí puede ser posible, pues él, con su manera de ser, me pone cariñosa a mí también.
Según él, esa noche, sólo un abrazo bastó para desatar sus reacciones.
Nota: 'Ponerse sexoso', 'ponerse cariñoso' y 'hacer cositas' no quiere decir hacer cochinadas.
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