viernes, 15 de mayo de 2009
De noche todos los vochos son guindos
Me he vuelto loca por saber dónde te metes. Maldita sea cuando no puedo saberlo, cuando te desapareces y cuando quiero verte, pues la verdad te busco por doquier. Salgo a la calle y cuando paso cerca de la zona donde vives me alarmo al ver cualquier vocho guindo. Nunca de los nuncas me he topado contigo así, pero las esperanzas son lo último que muere. Así que... aún así sigo poniendo cuidado a cada vochito guindo que me encuentro en mi camino. Luego, por las noches, pobre de mí, porque la oscuridad cambia de color las cosas y los colores se vuelven más oscuros, y aquel color que de día se veía rojo, por la noche se torna guindo, y aquel vocho de día rojo por las noches se vuelve guindo, y me engaña, me hace voltear mi cabeza, siguiendolo con la mirada, pareciera que tengo tortícolis
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