La idea original –iniciada a los 16 años– era que en cada cumpleaños me tomase una foto para ir viendo la diferencia de un año a otro y tener una especie de recopilación de fotos de cumpleaños. Y sí lo hice como por tres años: iba a tomarme una foto a un estudio profesional y hasta de las tamaño infantil sacaba... pero luego se me olvidó y las fotos, de tan bien guardadas, ya ni sé dónde quedaron.
Pero bueno, aquí les dejo una foto de mis dulces 26, y aunque sigo siendo esa forever alone, estoy bien conmigo misma. O eso es lo que me esfuerzo por creer. Salú.
Dame tu amor, baby.
Caderitas de conchas bimbo.
Contemplen las marcas del tiempo.
Perfil griego, cachetónica, cara de niño.
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