miércoles, 15 de mayo de 2013

Día del profe. Coestelares: la Yoyis, Osbaldo y un tal Marti Shawind

Acá el nuevo chisme fresquecito (de mi vida) porque para qué les cuento de cosas ajenas. Eso no nos interesa.

El día del profe me la pasé muy bien, empezó medio flojo el día, medio apagadón, pero al caer la noche todo valió la pena (los desganos, los embrollos emocionales, las chaquetitas mentales de cosas que nada que ver y que ni vienen al caso).

Como cada día que me levanto y como suele ser costumbre en mí, ese día había posibilidades de que me nefasteara y me pusiera especial, así como había posibilidad de que anduviera alegre y animosa. Ya sabemos que casi siempre mi día depende en graaaaan medida de mis estados de ánimo y de cómo percibo las cosas.

Así que ese día (15 de mayo) me levanté sin las más mínimas ganas de asistir a los torneos deportivos del día del maestro, pero aún así me fui. Llegué sola, anduve sola y esperaba seguir sola hasta que la Yoyis me habló, lo cual fue muy raro porque ella suele ser muy presumida y nunca me habla. Ella también andaba sola (normalmente la gente no le habla por paletosa, lo mismo que a mí pero por pinche rara) y decidimos andar juntas. Es buena tipa y lejos de que es un poco criticoncilla, es una persona buena onda. La cosa es que noté que ella y yo eramos las más alegres en donde estábamos; los demás todos serios y rara vez se reían, en cambio nosotros tirando las carcajadas, hablando de cualquier mensada y pasándola bien. Es otra cosa positiva que tiene ella, se ríe de cosas simples, igual que yo. Jojo. XD Luego nos metimos al baño de los hombres, aún viendo que había un urinal.. Chale, lo malo que no había ningún muchachón. Jaja. Así también vimos los partidos de futbol y no participamos en ningún juego, porque ya todos tenían sus equipos formados. Lo cual me hace pensar, si hubiera andado sola, me hubiera sentido mal de que nadie me integraba en un equipo y el pedo, pero con la Yoyis haciéndome reir, eso ya no importó.

Luego nos retiramos y ya para la fiesta de la noche tampoco tenía planeado ir. Ya estaba yo en mi cama echada cual res, con las más mínimas gansa, pensando en que no tenía con quien ir y ninguno de los weyes con los que trabajo me había llamado para acompañarnos mutuamente. Bleh!! Estaba bien emocionada buscando un skin para el blog, así que no me importaba, hasta que Yoyis me habló y me invitó a que fueramos juntas. Le dije que SÍ nomás por que sí, ya que no tenía ganas de salir. Y ps me bañé y  el pedo pero como no sabía qué ponerme, quería decirle que mejor ya no. Nomás que pensé que debía de hacerlo, debía tener una vida afuera de mi casa. Jaja. (Yo y mis conversaciones intrapersonales).

Cuando llegamos todas las mesas estaban ocupadas y estabamos esperando paradas a que los del salón colocaran más, pero fue chido porque Yoyis yo nos estabamos riendo de nosotras mismas y de cómo la gente se nos quedaba viendo al estar paradas; además, de no haberme quedado parada no hubiera entablado conversación con otro colega (Osbaldo) que también se quedó parado por andar llegando tarde. Así que juntos buscamos dónde sentarnos y pasamos la noche conversando los tres. Además ese colega me invitó a bailar y ps no lo hace tan mal. Jeje.

Luego como siempre, sientí que acaparaba mucho la atención, quien sabe por qué. No sé si porque luzcía muy guapa, si era porque mi cuerpecito suele moverse con cadencia al bailar o si de plano estaba haciendo el ridículo, no sé. Yo creo que fue una de las dos primeras porque muchos me invitaban a bailar. Jaja. (Sí, jaja, háganmela buena). Luego me mandaron decir que un tal Pollo quería bailar comigo y que le había gustado, y yo no sabía quien diablos era ese tal Pollo. Unos instantes más tarde se paró frente a mí un tipo que me invitó a bailar y entonces supe que él era el Pollo. Muy insistente el individuo. No se apartaba de mí y no me dejaba que lo abandonara por un rato. No es muy mi tipo porque me contaron cómo era y yo creo que nada que ver con él. Lo que sí es que también baila muy bien.

Ahora que lo pienso, que bueno que fui a la celebración. No fue el gran festejo ni mucho menos, pero me la pasé bien. Pude conocer a Yoyis un poco más y hasta la aprecié un poco más ese día porque ella fue la única que se acordó de mí para invitarme a salir. También extrañé mucho a mis amigos de RB porque con ellos nunca hubiera dudado ni tantito en asistir o no, ellos me hubieran invitado  y hubieramos planificado todo con días de anticipación. Y ese tal Marti que ahora tiene mi número (sépala Dios quien se lo habrá dado) es un mosquito que anda rondando a este pastelito.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario