El día de hoy fui a Matamoros con mis amigos Zelii, Zack y Becerro a visitar a Pescado, pues el miércoles fue su cumple y ya habíamos quedado que haríamos una aparición por alla en su honor para ir a las albercas.
Estuvo chido. Me la pasé muy bien. Nomás unas rachitas de mal rato que, no sé si fue puro pedo mío o fue Zack con plan de amargarme el rato. El hecho es que me cae chigón como amigo, pero pienso que como no quise hacerle caso, quizá conciente o inconcientemente estaba tratando de fastidiarme el día. En unas dos veces sí le contesté bien bonito, pa que viera que no me iba a dejar, y a partir de ahí le paró a su carro un tanto, pero las demás veces: bah!! Ya se me resbalaba todo lo demás, pues agarré la actitud de "A mí ni me va ni me viene". No entendía muy bien el juego de Zack, porque un rato bien padre y en otro se cagaba bien feo. Yo como quiera, le hablaba como si nada, bien feliz y contenta, hasta que al final ya no hizo nada.
De mis aventuras piscinescas, sigo poniéndome retos en aprender a nadar. Cada vez soy un poco más hábil, pero siempre hay más retos que superar. El reto de hoy fue una alberca de 2.20 m de profundidad en la que no podía tocar el fondo, así que tenía que aprender a estar arriba sin nadar, sólo sostenerme en la superficie del agua, pues considerando mis 1.73 m de altura, si no aprendía a hacerlo el agua me taparía o debería andar nadando como loca sin parar. Jeje. Me fue bien y me dio gusto ver que todo lo que he aprendido en albercas donde sí puedo tocar el fondo también lo puedo hacer en una alberca donde no puedo tocar.
Los chicos asaron el pollo y las salchichas y a nosotras nos evitaron la fatiga.. Jaja. Y bueno, hay que admitir que los chicos son mas buenos en eso de asar carnes, ps agarran mucha práctica en aquellas tantas ocasiones en que andan de cheleros y se ponen a hacer carne asada, etc., etc.
Entre otras cosas, yo no tenía ganas de aventarme por los toboganes y debí hacerle caso a mis ganas, ps me subí por darle gusto a Pescado y recibí tremendo patadón arriba de la pompi derecha. A ver si no se me hace moretón pa mañana.
Ya de regreso en el carro ibamos cantando a todo pulmón unas rolas del Gran Silencio y otros varios.
Total que me la pasé muy chido, aún considerando los percances y malos rollos. Acá unas fotos:
Los niños están contentos :)
Las niñas en los columpios (mi pancita de monstruita galletera).
En la pared para rappel infantil. (También escalé la de adultos, pero no me agarraron mi mejor ángilo, así puse ésta).
Los toboganes.
Foto en las rocas esas.
Rodeo tortuga. (Jaja, pobre tortuga, soportando a esos tres marranos).
Yo estuve aquí.
Hasta luego.