Viaje a El Paredón

Como queremos agotar todas las posibilidades antes de una operación, decidimos viajar a Saltillo para visitar a una curandera a la que la gente llama 'La Niña'. La Niña se ganó ese nombre porque inició su trabajo desde antes de los 10 años de edad... em... y en realidad no estoy segura si deba decirle curandera... pero bueno, aquí le llamaremos simplemente La Niña.

Todo empezó con que una tía le contó a mi mami sobre ella. Mi tía ya había ido a visitarla, pues había estado teniendo problemas para embarazarse, y luego de visitar a 'La Niña' ¡santo remedio! Así que mi mamá quedó convencida en que me quería llevar y... como yo no tenía problemas en que me llevara... ps fuimos.

"Pero deben estar allí bien tempranito", le dijo mi tía a mi ma. Así que ahí tienen que iniciamos nuestro viaje el domingo por la noche para estar allá el lunes tempranito; debía ser justo ese día porque según 'La niña' sólo atendía a la gente los lunes y los viernes. Según mi tía, debíamos llegar al municipio de Ramos Arispe y allí tomar un camión que nos llevaría hasta "El Paredón", lugar donde se encuentra la ahora joven de 17 años aproximadamente.

Viajamos hasta la capital del estado, luego a Monterrey y de ahí a Ramos Arispe. En el recorrido mi mami me iba contando que era muy concurrida, pues había quienes iban a verla desde muchos lugares para ser curados.

Según las instrucciones de mi tía, de Ramos saldría muy temprano un transporte hacia el ejido, así que ahí andamos mi ma y yo moneando a las 4 de la mañana en Ramos Arispe con un putamadral de frío, buscando ese transporte, el cual se suponía saldría de la presidencia. Y no, no hubo transporte, por lo que, habiendo llegado tan lejos, decidimos tomar un taxi para que nos llevara. Preguntamos a un Sr. taxista el costo hasta El Paredón y nos dijo que 500 pesos, luego encontramos otro que cobraba 350. Nos hubiera gustado irnos con el primero pues nos dijo que La Niña lo había curado de cáncer y nos volvio a recalcar que debíamos estar allí temprano porque va mucha gente a verla, eso nos decía que él ya tenía experiencia en esos menesteres. Pero 350 pesos, son 150 menos que 500 así que... nos fuimos con el segundo taxista. Jeje.

Me imaginaba la casa llena de gente, seguro tendríamos que esperar mucho rato, pues el señor taxista de los 500 morlacos hasta nos dijo que primero sacabas pase para regresar otro día... algo así como sacar una cita médica.

Cuando llegamos a El Paredón, no sabíamos cómo diablos ibamos a regresarnos, entonces le pedimos al señor del taxi que nos esperara; la casa de La Niña no estaba llena de gente, con lo que existía la posibilidad de no nos tardar tanto. Pero... el hecho de que la casa de la niña no estuviera llena de gente era cosa rara para todas las historias hasta ahora escuchadas, seguro algo andaba mal. Tocamos, salió un viejito, le preguntamos por la niña y dijo en voz baja "Aún no se levanta". Luego salió una señora que nos dijo que no estaba (o sea, a quién le debo creer?). Le explicamos a la seño que veníamos de leeejos, casi tipo peregrinación, todas cansadas, con ojeras sobre las ojeras, quizá así se le ablandaría el corazón y nos dijera que sí estaba y por lo menos que debíamos esperar a que se levantara. Pero no, fue en vano. Nos negó totalmente a La Niña... Se cotiza La Niña, se cotiza.

Así que ahí vamos de regreso, pero le dijimos al señor del taxi que mejor nos llevara a Saltillo, para aprovechar y pasear un rato. Yo no había estado antes en Saltillo, se me hizo muy bonito. Ahí anduvimos comprando cosas y comimos. Jeje. Luego al final nos tomamos unas fotos con las decoraciones navideñas de las calles:

Unos tenis que me compré (tal como los vi en mis sueños).

Botas sexys del sietito (porque no había del 7.5).

Los guantes más caros que he tenido (120 pesos, pero están con ganas).

Ambientación navideña

Yo con una casita de navidad

Y mi mami no necesitó agacharse con la casita.. jeje.

Jeje... Soldadito

Por último tomamos el autobús a Monterrey, luego uno a Victoria y al final otro a Garambutown. Llegamos acá la madrugada del martes. No encontramos a la niña, pero lo paseado quien nos lo quita. Jajaja.