Perfume De Gardenias

Después de mucho insistir dije -ooootra vez- "Venga, veámonos". Pero no insistió con la usanza esperada de un caballero; no hubo un "anda, déjame verte" o un "por favor" o ya de perdido un "quiero verte"; más bien, la insistencia fue al uso burro de "voy a ir a tu casa" y "nos vemos o qué?". Aún así, nos vimos.

Yo estaba en mi casa y él llegaría con cosas para preparar y tomar café. El caso es que ni siquiera hubo café. Sólo estuvimos platicando y como hacía mucho frío nos enredamos entre cobijas cada quien. Estuvimos viendo el Príncipe del rap y abrazándonos largo rato. Intentó besarme y tocarme como en los viejos tiempos, pero le dije que estaba equivocado, que las cosas no funcionaban así, al menos no para mí. No sé si sería su poco interés, mi cara de sentencia o que le haya caído el veinte, pero ya no intentó nada más.

¿Por qué tenerlo en mi casa, en mi cama, bajo las cobijas, abrazado? ¿Por qué jugar con su cabello? ¿Por qué hacerle cosquillas? ¿Por qué acariciar su cara? ¿Por qué mordisquearlo?

¿Por qué me abrazaba con tanta intensidad? ¿Por qué acariciaba mi cara? ¿Por qué me hacía cosquillas? ¿Por qué me olía tanto y suspiraba como si fuese a acabarse el oxígeno?

¿Por qué dejé que sucedieran tantas cosas si, no iba a dejar que sucediera nada? Sólo quería verlo y saber que estaba bien. Sólo quería abrazarlo y quizá morderlo. Sólo quería acariciarlo y hacerle cosquillas. Sólo quería eso.

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Verte otra vez me ha dicho que ya no eres el mismo y que yo ya no soy la misma, que los sentimientos mueren tras detonar el tiempo y sus días, que la unilateralidad duele y acaba. Eres un buen y mal chico, pero aún, después de todo, eres bueno, eres extraordinario, pero esa extraordinariedad no fue hecha para compartirse conmigo, no soy la indicada, así lo quisiste y así será.

Hasta hace unos días no conocía el principio y el final de eso que llamaba sentimiento, pero justo ayer cambié toda percepción y reconocí, dentro de tu ser, un ser que no pensé que podías ser. Tú sólo eres mi amigo y yo soy tu amiga y me abrazas y te abrazo, y te quiero y... ¿me quieres? No lo sé, pero yo sí te aprecio mucho por quien fuiste y por quien eres ahora. Porque formaste parte de mi vida y por ser tan tonto y despistado. Jaja.