Y aquel martes, mientras escuchaba Do You Wanna de Franz Ferdinand y algunas otras rolillas escandalosas, me preparaba para el gran encuentro con Alfalfa. Sabía que cualquier cosa podía pasar: una decepción, un enamoramiento, incluso un plantón. Hasta a veces pensaba que, él con sus amigos me habían tendido una trampa, en la cual nunca se presentaría y que en medio de mi gran desilusión sería grabada por ellos como una tonta que se las había creido todas, y todo para su gran colección de videos de tontas que caen por el messenger.
Esa tarde, me arreglé creo que un poco más de lo habitual, y con ello, me sentía extraña, sí, pero más segura. No sabía exactamente dónde era el punto de encuentro, no porque no hayamos quedado de acuerdo donde, sino porque normalmente no salgo mucho y por ende no conozco bien la ciudad. Así que me fui un poco más temprano de lo acordado para asegurarme estar ahi a tiempo.
"Qué onda, yo ya llegué. Te espero" fue el mensaje que me mandó mientras me dirigía hacia el lugar pactado. Caminando, pasé varias canchas deportivas, unos juegos mecánicos y luego, tras varias columnas que formaban marcos ostentosos, ahí estaba él, sentado, esperando. Tan lindo. Más lindo de lo que yo esperaba. Mi corazón palpitaba por la emoción. No sabía qué diría, no sabía qué pasaría. Decidí no mantener expectativas y dejar que todo siguera el curso que debiera seguir. Y al llegar, un beso en su mejilla fue lo mejor. Un hola y a platicar.
Mi mente trabajaba más lento de lo normal. Estaba como pasmada por estar en esa situación. Nunca había quedado en verme con alguien en una cita. Nunca pensé que por fin fuera a conocer al tipo Alfalfa, así que me sentía en una atmósfera extraña que me entorpecía. Según lo que me contaba el niño ese, tampoco había estado en una situación similar y yo no le creía. Seguro que había tenido cantidad de citas y me mentía. ¿Cómo un niño bonito iba a salirse de los estándares? Yo le preguntaba por qué en esta ocasión si había accedido a salir conmigo y en otras ocasiones no lo había hecho. Y respondió que porque a él no le gustaban esas cosas, pero que esta vez era diferente, porque yo le gustaba. Hablamos de muchas cosas, de sus gustos y de los míos, de cómo eramos e incluso de hablamos de hentai y cosas sin sentido. No sabía que impresión se llevaría de mí.
Algo que me llamó mucho la atención en él fue su aberrante rechazo hacia las personas que fuman y toman, y más especialmente por aquellas prepotentes y conformistas. No tomar y no fumar hablaba bien de él pero era mucha su repulsión hacia las personas que lo hacían. Fue algo raro. Luego empezó a hacer frío y nos fuimos a su vocho n_n Platicamos otro rato ahí y para cuando quisimos ir a otro lugar, ya era demasiado tarde, así que me llevó a mi casa.
Ya casi al despedirnos me insinuó algo así como... qué pasaría si tratara de darme un beso . Y yo dije que era muy pronto para besos, el lo entendió y tras un gracias me metí a la casa.
Quedamos que me llamaba o me mandaba mensaje para salir de nuevo.
solo puedo decir que que menso, tenia todo arreglado, obvio que si se pide un beso obvio es que uds lo negaran, chales, necesita unas clases, manifestar repulsiones sociales no crea una buena impresion ante nadie, chales, mi garambis usted es mucha pieza para ese menso, asi que a menos que usted este bien enamoriskada de el pues tons siga adelante, pero si quiere una no solicitada opinion, el es muy poca pieza pa usted, saludoss, que bueno que postea, ya se le extrañaba!!.
ResponderBorrarfelices fiestas mi garambis preciosa de los bonitos ojos y ojala postees tan seguido como antes, se te extraña
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