domingo, 20 de julio de 2008

Metamorfosis ombliguezca

Hola. De nuevo yo aquí. [Pus quién más, verdad... jejeje] De nuevo yo aquí con otra de mis historias tontas. Gran hazaña de mi vida que se pasa de boba, pero no tengo nada mejor que escribir, sino de mí.

La historia de hoy versa [ya quisiera que fuera en verso] sobre mi ombligo. Un ombligo común y corriente, con cara de espanto. Bueno, no tan corriente, porque ha sufrido una metamorfosis, jejeje. Sí, así como lee querido visitante, mi ombligo ha se ha transformado. Él antes era un ombligo feliz, sin preocupaciones y sin miedos, algo arrugadito de los lados y una bolita al centro [jajaja.. que asco], pero su ama tenía la gran manía de mantenerlo limpio: siempre, después del baño, solía revisarlo y con su dedo sacar las posibles pelusas y mugre que pudieran albergarse dentro de él. Cada vez más obsesionada por tener un ombligo limpio, la dueña restregaba su dedo e incluso su uña contra él y nuestro pobre amigo sentía tanta presión y desesperación. A veces, aunque no fuera después del baño, picaba a aquel ombligo como si de excavar minas se tratase, con pico y pala. Y así un día, aquella niña tortura-ombligos fue sorprendida por su madre:

-Dejate de picarte el ombligo, muchacha sin quehacer.
-Ay mami, es que tengo pelusa y mugre.
-Pues déjese la mugre en paz, porque se le van a salir las tripas.

Y aquella niña no hizo el menor de los casos, luego se le había vuelto costumbre picarse el ombligo sólo por que sí.

Un mal día, en que platicaba por messenger sintió un dolor en su panza, justamente en su ombligo. Corrió con su madre a llorarle que le dolía y le dolía, pero ésta no le hizo caso alegándole que le había advertido lo que pasaría si seguía picándose el ombligo. Sentía dolor y hasta le daba miedo introducir levemente su dedo en su ombligo siquiera, hasta que un hermano le contó una historia que había escuchado, en la que una mujer, de tanto picarse el ombligo, le empezó a salir una especie de fluido y que al final a esa mujer la tuvieron que operar. La niña pica-ombligos, al oir esto se quedó helada y ahora quería cerciorarse de que a su ombligo no le saliera ningún tipo de fluido ni nada por el estilo, así que decidió introducir su dedo suavemente en él para averiguarlo. Suave, lento, despacio. Y... Uf, no había fluido. que alivio sintió, pero notó algo raro, había más espacio en su ombligo, su dedo podía introducirse más. ¿Qué estaba pasando? ¿Su ombligo se había hecho más grade?

Fue así, queridos amigos, como la niña se dió cuenta que la bolita que antes tenía ya no estaba. Aquel pliegue que se unía para formar la bolita se había deshecho, dando lugar a un gran dolor y a más espacio en aquella pequeña cueva. Luego de unos cuantos lloriqueos más, la mamá de aquella niña le dió unas curaciones y unas medicinas para el dolor. Pero se dice que la pobre niña tonta sigue sintiendo cómo su ombligo le da patadas por dentro.

¡¡Qué triste historia!! Buaaa... Bueno pequeños gamines. Cuídense y portense bien.

Garambu-consejo: Si planean picarse sus ombligos ya sea por diversión, para pasar el rato o para limpiarlo, háganlo con ternura y suavidad, ya que ellos sienten y uno lo resiente, o ya de plano, píquense otras cosas mejor. Jajaja. [¡Qué consejo!]

Me largo.

4 comentarios:

  1. jajajajaja qé graciosísimo :S xD yo de pequeña me picaba el ombligo jajaja pero nunca le paso nada xD
    aaah ya extrañaba tu blog oyee! :S creo que le pusiste que solo lo podían leer gente VIP con invitación :( y yo no era VIP creí que te había perdido, pero me alegro que haya sido todo lo contrario

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  2. ya decia yo que esa cosa no se tenia que molestar asi como asi, el ombligo es casi casi sagrado y jamas se toca o se molesta de su habitat natural.

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  3. hahahaha!! que gracioso hay garambis! ese ingenio que tienes para "relatar" esta de pelos....ya no te habi leido...espero que estes muy bien!

    saludo

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  4. yo tambn me lo piko sin albur xD

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