Concienzuda Vs. Loca

Creo que tengo problemas, tengo problemas mentales, bueno, eso ya es sabido por todos, pero estos problemas me han empezado a hacer creer que yo ya no tengo edad de andar haciendo muchas cosas locas, verán, mi problema radica en que ya me siento más para allá que para acá, como decirlo, creo que ya estoy muy grande para esas cosas, me siento fuera de lugar, me siento sería, llena de sobriedad y digo "esto no es lo mío, quizá lo mío sería un buen vino, noches bohemias y la perdición, o cualquier cosa que hagan los grandes". Pero luego esta mente mía me juega unas confusiones totalmente contrarias y me siento tan niña e infantil, tan tonta, tan llorona, tan simple, tan loca y libertina. Esto debe ser causa de una extraña enfermedad, estoy segura, estoy segura que un día de estos me volveré más trascuerda de lo que estoy. Sin embargo a veces no me importa, corro con la suerte de haberme acostumbrado a esto y a la vez a tenerle mucho miedo.

Por ejemplo anoche, anduve con unas primas que están súper locas, de esas primas que les gusta andar para acá y para allá en la calle viendo a los muchachos, y andábamos como locas dando la vuelta en la camioneta de mi papá aprovechando que él y mi mamá habían salido con mis hermanos. En eso andábamos y nos encontramos a unos muchachos de un carretón de comida a los cuales mis primitas les iban diciendo montonal de cosas e insinuaciones chuscas, luego en una de esas que pasamos frente de ellos que detengo la camioneta y ellas bien espantadas que me dicen:
-¿Por qué te paras? ¡Dale, dale!
-¿No que querían platicar con los chavos cabronas? ¡Pues órales!- que les respondo riéndome de ellas.
Y para mi sorpresa estas locas empezaron a platicar con ellos:
-¿Qué? ¿Hacemos una carrera, nosotras con la camioneta y ustedes con el carretón?- Jajaja.. propusieron mis primas mientras yo me cagaba de la risa.
-Hacemos la carrera, pero nosotros con nuestro carro- dijeron los chavos señalando un carro negro que estaba estacionado cerca.
-¡Si, si, la hacemos, pero apostamos tu carretón!
-¡Orale va!- contestó un chavo.
-Pero luego no vayan a rajarse porque nosotras vamos a ganar y nos vamos a llevar el carretón.
-¡No, claro que no! El que llegue aquí primero gana, ¿sobres?
-¡Sobres! les damos ventaja porque nosotros traemos Turbo en la camioneta- Jajajaja.. yo me miaba de la risa porque ni sabían qué diablos estaban diciendo.
-Nombre, les vamos a ganar- decían ellos.
Total que ellos le dieron primero, pero nosotros de mamonas tomamos un atajo y llegamos al punto de partida primero que ellos reclamando nuestro premio a los chavos que se habían quedado cuidando el carretón y ellos decían “pus nomás con que lo puedan subir a la camioneta”… y allí estábamos hasta que les dije a las güercas locas que ya era hora de irnos, porque sépase que yo las había invitado sólamente a que me acompañaran al trabajo por unas llaves que había olvidado y si llegábamos muy tarde sus papás me iban a cagar a mí.

No lo niego, fue padre hacer aquello y andar como loca corriendo en la camioneta, la neta a mí también me encanta, me sentía como Martin (de los Simpson) cuando ayudaba a Bart a aprobar el cuarto grado a cambio de que lo ayudara a hacer más amigos y envolverse más socialmente, me sentía como él dijo “VIVO”. Pero siempre tiene que salir en mi cabeza aquella parte responsable, seria y concienzuda, aquella parte que me hace ver más allá. Por qué tengo que ver más allá de lo que me toca vivir, por qué tengo que ser a veces tan concienzuda y pensar tanto? Se supone que estoy en la etapa en la que deba descarriarme y hacerme loca, pero no, siempre sale la Garambis del gran raciocinio. ¡Raciocinio mis ovarios!