Querida mamá

Ya estoy más para abajo que para arriba por hacer sufrir tanto a mi madre, por haberla hecho llorar más de una vez, por llegar a odiarla sin razones justificables, por fruncir el rostro las veces que no me parecían sus órdenes, por dejarla sola y hacerla trabajar de más. Soy culpable de muchas de sus lágrimas y me llena de rabia haber actuado así. Tengo que reparar muchas cosas que tal vez nunca terminaré. Mi arrepentimiento es infinito, pero de nada sirve el arrepentimiento si no se lo hago saber.


Siento que en esta ocasión no me queda decir "Felicidades mamá", sería incongruente. Pero es mi deber hacerla sentir bien y querida. Además en verdad la quiero chingos.

Mamá, mamá... Ámame.