Del messenger y otras bobadas

Esta ocasión no voy a hablar de mi esquizofrenia ni mucho menos de mi autoestima. Esta vez ando más simplona de lo normal y quiero escribir sobre un tema simplón, el cual trata sobre mis pláticas messengerianas.

He notado que mis relaciones por el messenger han ido escaseando, ya no hay tantos amigos con los cuales platicar; por una parte, es porque ya casi no me conecto y ellos también han dejado de conectarse, y por otra, el exceso de tarea no me deja hacerlo; creo que van enlazadas las dos cosas. Pero recuerdo cuando el messenger era una verdadera religión. Llegaba de la secundaria y ráídamente me conectaba al internet, en el que no me daba más variedad que el messenger y los chats públicos, de ahí que tuviera muchos contactos que a veces no sabía ni quienes eran. Cuando no había gente con quién platicar en el messenger, me metía a los chats o me ponía en vigilia, esperando a ver quien se conectaba, incluso, no estaba haciendo nada importante en la computadora pero el messenger siempre debía estar abierto, hacía tareas, me iba a comer, a bañarme y allí lo dejaba 'conectado'.

Tuve muchos amigos de distintas partes, pero hubo uno con el que me ponía a platicar mucho y regularmente. Su nick era Calígula. Ese muchacho estaba medio loco y constantemente me hacía invitaciones extrañas, aún así siempre fue muy propio y respetuoso. En aquel tiempo mi juicio por las demás personas era muy selectivo y parcial, así que cuando me mandó su foto recuerdo que me descepcioné un poco. (Era una adolescente tonta.) El Calígula resultó estar todo lleno de tatuajes y aretes en todo el cuerpo y yo pensé que era una mala persona. Ja. Además era un muchacho muy grande para mis 14 años (no entiendo mi afición por los chicos mayores :-/).

En fin, luego conocí a más chicos, como el Nezahualcoyotl, el Dani, el Nico, el Alex, el Gamín, el Nequi y otros de menor importancia.

El caso es que ahora ya no tengo muchos amigos en el messenger. Ahora entro y sé que no sirve de nada la vigilia porque casi nadie entra. Si al caso tengo agregados a algunos 5 muchachos que me caen con madres, ellos también se conectan muy poco.

Mañana, día del maestro, estoy libre de escuela. Hoy, saliendo de la normal (recinto donde estudio), me dije "Extraño meterme al messenger y platicar largo y tendido por mucho tiempo. Hoy por la noche eso haré." Y eme aquí, esperando, haciendo la vigilia y escribiendo este post mientras espero. Bueno, de hecho, a medio post me dió sueño y me fui a dormir un rato, y ahora que me levanté ya son las 6:30 del día siguiente y no platiqué con nadie. Qué munga. No es que tenga la necesidad cachonda de hacerlo, pero es chidito platicar con gente que no conoces y empezar a conocerla, y más si son chicos como con los que me gusta platicar, de buenos tratos, conocedores de algún arte, habilidad, ciencia, qué sé yo, (pa que me enseñen algo, je); e ingeniosos en sus respuestas, porque luego hay unos que les preguntas algo y sólo saben decir "Si" o "No" seguido de la pregunta y "¿qué tal tú _________?" (en la raya coloque cualquiera de las siguientes palabras: nena, linda, preciosa, amor, hermosa). Esos me desesperan. No saben echarle gracia a sus conversaciones. Aunque, no me queda estar diciendo mucho al respecto, porque a veces yo también soy un poco desesperante en ese sentido.

A veces veo a mi hermana Mena que se pone a platicar con sus amigos y se pone con sus risitas, bla bla bla, y enciende la camara, bla bla bla, y se la pasa ahí un montón de rato, y como yo ya no tengo a nadie con quien platicar, el verla me llega a exasperar. ¿Por qué ya no tengo amigos con quién platicar? Ah, lo olvidaba, es que ya estoy vieja y añeja, quizás ese sea el destino de nosotros los veteranos. (Auch, eso dolió y creo que estoy exagerando. Jaja XD).

Pero bueno, por lo pronto estoy aquí sola en la casa de esta ciudad extraña porque como mis hermanos también tuvieron libre el día del maestro y lo extendieron hasta el 16 de mayo, dejándome sola como perro que cuida la casa. Y ahora que ya van a ser las siete de la mañana y necesito un café, me doy cuenta que este post está muy largo y es mejor acabar aquí.

Adiós.

Una foto mía pa la inspiración