Flagelo a la orden del azote de una niña tonta

Cada día mientras estoy dormida no puedo sentir nada y creo que así es mejor. Allí puedo viajar y ser otra yo. Los sueños dentro de los sueños de lo que quiero ser y sorprendentemente allí lo SOY. Mas en el lapso de abrir los ojos me doy cuenta de lo que soy en verdad y de que me cuesta tanto trabajo ser lo que me gustaría ser. Entoces no estoy agusto conmigo y me autoflagelo el corazón provocándome heridas casi inherentes, y profundas. Y la autoestima cae de pocos centimetros de altura al suelo sucio mientras cierro los ojos y trato de calmarme. Luego atravieso por periodos estables -por no decir neutros- en los que siento ser cada vez un poco más normal, sin embargo, el espectro vuelve como siempre y ahora a pensar otra vez: "¿Por qué me cuesta tanto trabajo ser como soy y no aceptarme?". No supe como fui a caer en ese circulo vicioso. Maldita cabeza, malditos pensamientos. Maldita yo una y otra vez.