Estar vivo

Si no fuese por mí yo no viviría en esta tierra. Claro, mi madre me dio la existencia y una vida, si, pero no me dio la vivencia, no me dío una animación que gritara al mundo que yo estaba aquí. No, solo hizo un ser vivo más con un corazón que late, unos pulmones que succionan aire, un cerebro que "piensa" y un tegumento que siente. De ahi en fuera, para hacerle ver al mundo que estaba viva tuve que hacerme notar llorando por el alimento, eligiendo mi ropa y mis amigos, oponiéndome a las ideologías contrarias, levantando la mano en clase.

De no ser por mí sería como una planta: sólamente enraizada, sólamente parada, succionando los nutrientes de la tierra que me ayudasen a sobrevivir, y he allí la gran dificultad, no solo quiero sobrevivir, quiero vivir y quiero que la gente sepa que estoy aquí; quiero llenar de vivencias esta vida que me dio mi madre. Sin embargo hasta ahora, lo poco que he conseguido es un remedo de vivencias que no me han dejado nada y una serie de personas que cuando estuvieron me regalaron las mejores experiencias. Pero ahora ya no hay nadie, sólo estoy yo y la espera de algo mejor. Mas qué es la espera sino la prueba de que no se anhela del todo con fervor. Si fuese con fervor, la acción y el efecto no tardarían tanto en llegar.

Por lo pronto aquí, puedo ver que estoy sola, con los recuerdos y las caras de las gentes que me han olvidado pronto, y eso me da tanta tristeza... porque si me olvidaron pronto quiere decir que sólo hubo entre nosotros relaciones superficiales, que todas esas experiencias sólo fueron simplezas, que estos veinte años, al contrario de lo que creía, solo me he dedicado a sobrevivir y no a vivir. Entonces, por tanto, entiendo ahora que no me puedo adjudicar el mérito de mi vivencia en esta vida -como lo hice en el principio del texto- por que no la ha habido; no he tenido vivencias. Sólo he sobrevivido y sólo he tenido simples experiencias. Nada ha dado fruto, estoy sola y creo comprender hasta ahora la diferencia entre vivir y sobrevivir, entre vivir y vivenciar, y la correlación que debió haber existido entre la existencia, las experiencias, el futuro y yo.