Nunca en mi vida me vi realmente como maestra, ni como solterona, ni pensé que a mis treinta aún fuera a vivir en casa de mis papás, pero las cosas se dan y la vida continúa, y cuando menos lo esperas ya está sucediendo eso que llamamos etapas de la vida; sólo te dedicas a vivir de manera que vas al día sin pensar mucho en el futuro. Así he pasado mucho tiempo y no me preocupa, al contrario, a mis doce años llegué a preocuparme y desarrollar demasiado miedo al futuro que decidí no hacer caso a lo que me deparaban los días venideros.
Ahora mismo no me visualizo como madre de familia, ni como ama de casa, ni realizando cosas en pareja, pero puede que las cosas tomen un giro inesperado y que todo lo que vivo ahora sea solo una etapa superada; que un par de hijos, una casa y una pareja me estén esperando a la vuelta de la esquina.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario