Es cuestión de actitud / Se acabaron las vacaciones

Estoy tan sorprendida con los bajones emocionales que suelo tener. Ya sé que siempre he sido sensible internamente, pero últimamente estos bajones han sido tan repentinos que los noto y los siento muy drásticamente,  quiero decir, pasar de un estado de ánimo a otro y sentir cómo eres tan frágil no es bonito, ni está bien. 

El domingo pasado (30 de agosto) por fin se acabaron las vacaciones para todos mis hermanos. Semanas antes tuvo su regreso a clases mi hermana menor, y en fin pasado mi hermano también entró a la Uni y se fue de aquí,  al igual que mi hermana mayor se fue a la ciudad donde trabaja,  por lo que sentí muy feo pasar de tener la casa llena a estar mis padres y yo solos. Me deprimí, la verdad. Luego, al día siguiente sentía muy raro con la casa sola,  por lo que con más decisión me fui a correr a la unidad deportiva,  pero el día que no iba a hacer ejercicio sentía muy feo estar en casa sin mis hermanos,  y como perdía un día de ejercicio también tenía sentimientos de mediocridad, fracasado y tristeza.  Lo mismo sucedía con una tarea de maestría que no me daban ganas hacer por mi casa tan triste y sola,   con lo que también se incrementaban mis sentimientos de culpa por mi irresponsabilidad y mi flojera. 

La verdad soy una persona muy de casa, muy de familia; mis padres me han hecho así y no quiero estar en ningún otro lado que no sea en mi casa,  ni mucho menos dormir fuera de ella; también sé que mis hermanos son igual y estuve pensando que posiblemente irse a otras ciudades a sus escuelas/trabajos también es difícil para ellos,  así que me di a la tarea de cambiar de forma de pensar y echarle ganas a mis cosas,  pues ellos seguro también han de estar haciendo lo mismo: echarle ganas a sus cosas aún cuando quieran o estén extrañando estar acá. 

Por último me di cuenta que esos bajones emocionales pueden ser regulados por uno mismo.  Que no es malo permitirnos sentirlos, pero lo que sí es malo es estancarse en ellos. O sea, debo mantener esta postura: me permito tener dichos sentimientos, pero no me permito quedarme estancada en ellos porque a la larga no me ayudan.   Otra cosa que siempre he dicho es que todos estos sentimientos negativos puedo superarlos por medio de mi actitud,  lo cual me hace falta nunca olvidar, siempre recordar y poner en práctica.