Esto de las relaciones sociales es muy extraño, primero les caigo mal y luego les caigo bien. 
Las personas me confunden, me hacen odiarlos y luego arrepentirme de haber odiado. 
Es como si algunos días les picara un mosco gruñón y otros se levantaron viendo el mundo color de rosa. 
Hoy fue un día bueno, rubiezcamente* hablando. ¡Algo sucedió! Seguro le dieron una buena noticia por sms o se vio muy guapa en el espejo, porque anduvo de muy buen humor. 
En verdad me sorprende lo armónico que puede ser. 
Me agrada más de esa manera, que las veces en que tiene cara de fuchi. 
Yo sé que todos tenemos a veces nuestros malos momentos y que no podemos estar siempre como si nos hubiéramos sacado la lotería, pero espero que por lo menos no haya tantos malos ratos, malas caras, malas intenciones, ni mala vibra. 
Salud por los buenos ratos. 
*De Rubí (mi compañera de cuarto).
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