Me he dejado crecer las uñas. La verdad no son realmente bonitas, ya que de por sí sin dejarlas crecer son gruesas y grandes, al dejarlas crecer se ven descomunales. Aún así las he dejado largas, porque con ellas puedo hacer cosas que antes no podía: les hago travesuras a las personas (como cosquillitas en cualquier parte del cuerpo pasándolas lentamente), me puedo rascar más sabroso, puedo hacer sentir a mi hermana lo que se siente cuando ella me rasguña, puedo escarbar más profundo en mi nariz... entre otras muchas cosas.
Mi tío T se enteró de que me robaron mi guitarra, y como él siempre me ha alentado a seguir con la música, me dijo que me compraría otra; de hecho, él fue quien me compró la guitarra que me robaron. Según, él me traería la nueva guitarra para estas vacaciones, pero me dijo que como anduvo muy ocupado en su trabajo no tuvo tiempo siquiera de ir a verlas. Como quiera, mientras él anda en Garambutown me presta la suya y hasta la deja en mi casa para que practique, pero yo con estas uñas de gavilán. Jojo.
Tengo que decidir, si las travesuras con las uñas o la guitarra. Um, ahora que el Alfalfo me ha dejado solita de nuevo (si, otra vez me ha dejado sola!!) ya no tengo a quién hacerle cosquillitas. Creo que ocupo más tener las uñas cortas para cantar canciones de dolor por la ausencia de ese individuo.
y yo aca con mi solicitud lista para ocupar el puesto de mayestro de guitarra jum!!!, bueno lo de mayestro seria el pretexto :D juojojojojojojo, os kiero garambiss!!
ResponderBorrar