Feria 2009

Estos días ha estado la feria en Garambutown. Siempre ha sido una feria muy chiquita y hay muchos más vendedores que juegos, pero este año sí se pasaron, fue la feria más chiquita que he visto. Sin embargo, y en vez de estarme quejando de ello, procuré divertirme y pasarmela bien. Además que lo necesitaba para no andar pensando en individuos que me queman la cabeza.

Jejeje. Y me subí a varios juegos con mis hermanas y unas primas... pero después de Six Flags y su Batman The Ride y su Super Man, esos jueguitos eran papilla para bebé. Jojo. También había muchos juegos de habilidad, destreza y suerte, en los cuales nunca participo porque siempre pierdo, jaja.

En uno de esos juegos en los que pruebas tus habilidades, vimos extrañados que no había nadie que atendiera, sólo estaba un niño chiquito, solito, solito... y como no había nadie mayor, daba mucha ternurita, y además, se veía súper cueris porque la carpa en que se levantaba el juego era muy chiquita (de mi estatura aproximadamente).

Otro día que volvimos a ir a la feria, decidimos pasarnos de nuevo por el mismo lugar donde estaba esa carpita, y otra vez, ahí estaba el niño solito. Ahí estuvimos con él un buen rato hasta que llegó su papá, quien traía algo de comer. Le preguntamos por qué dejaba solo al niño y él señor dijo "no está solo, está con su ángel guardián, además él es super listo para todo, hasta para conseguir novia". Entonces le preguntó al niño "cuál de todas las muchachas te gusta?" y el pequeñín eligió a su servidora. Jojo.

Esta vez no me subí a muchos juegos porque nadie de mis acompañantes se quería subir conmigo. Sólo me subí a tres: los carritos chocones (que son de a ley), el arroyo y una casita que daba vueltas en lo alto, jeje. Adoré esa casita.

Estos últimos años, al contrario de lo que sucede siempre, no iban mis papás; una vez porque ellos no querían ir y otra porque se fueron a ciudad capitorio. Recuerdo que cuando era niña me enojaba que mis papás no me dejaban andar sola en la feria y a mis amiguitas sus papás sí las dejaban, pero ahora que voy sin ellos siento que ese afán de andar sola y hacer lo que quiero ha desaparecido, ahora disfruto mucho ir acompañada de mamá y abrazarla mientras caminamos o de papá y que él sea el que me abrace.