Graduación Prepa

Hoy se cumple una semana de que celebré mi tan esperada graduación: Shalalalalá Vals… shalalalalá invitados de honor… shalalalalá ceremonia, cena y baile… shalalalalá un vestido feo… shalalalalá ensayos (porque si éstos todo saldría del nabo)… shalalalalá un peinado rancio… shalalalalá… shalalalalá… shalalalalá…

Si antes las mugres graduaciones me cagaban, ahora después de esta, me recagan y me repatean.

Y la gente pregunta: ¿Pero por qué? ¿Qué tienes contra las pobrecitas graduaciones? ¿Qué te hicieron ellas?

Lo que pasa que mi querido director (al que llamaré Corronchis) se le ocurrió formar un comité, dicho comité –según él- iba a ser el que lo auxiliaría, repito AUXILIARÍA en cualquier cosa que hubiese lugar, al cual, el dulce Corronchis decidió llamarle, rimbombantemente “Comité Pro-Graduación”. Pues resulta que el dichoso comité no era más que la bola de chamacos que se harían cargo de todo el pedo y todos los rollos que conciernen una graduación.

Pobres. Pobres de los incautos que fueron elegidos por los demás, con carácter de unanimidad. Pobres idiotas, no sabían lo que les esperaba. Pobre Garambullita.

Yo acepté porque pensé que todos iban a estar muy activos y en plan de ayuda por ser su graduación y por que esas eran ya las últimas semanas en la escuela, pero cual fue mi gran chasco al ver que todos andaban apáticos y en plan de chingaquedito (1.- Dícese de las personas que chingan a tus espaldas y que no tienen huevos para chingarte frente a frente, cara a cara. 2.- Personas que chingan poco a poquito hasta que te colman el plato.). Pobre de mí.

Que si el mobiliario, que si el auditorio, que si el salón, que si las flores, que si los arreglos de la iglesia, que si el vals, que si las invitaciones, que si los platillos, que si el padrino de la generación, que si a todos les valía madres… Todo era un gran pedo apestoso y putrefacto que ya me tenía bien mareada.

El mero día las cosas salieron mucho mejor de lo que yo esperaba, por cierto, déjenme les cuento que fui la elegida para dar las palabras de despedida 8-), porque según Corronchis, yo soy uno de los mejores alumnos (jajajajajaja… ya me imagino a la los peores). También ese día mi gran sorpresa fue que fui la alumna con más alto promedio (junto con otra chica matadita que sacó igual que yo [9.6 para ser exactos {estamos acabados}]) y cuando subí por el “reconocimiento a la excelencia” (¡si chucha!) hasta me tocaron mi tres de diana y el pedo… (aquí entre nos, se sintió chido… eso que ni qué).

Ya en la cena, para mí todo fue solo comer y bailar. Pensé dentro de mí en relajarme y estar a gusto y así lo hice. Durante la cena, unos compañeros que se habían encargado de recopilar un montón de fotos de todo el transcurso de los semestres en la escuela, pusieron un proyector y mostraron todas esas fotos mientras todos comían. Eso fue lo más conmovedor y divertido de todo, ya que pusieron fotos en las que salíamos haciendo muchos desmadres… ¡Oh sí!, ¡todos los desmadres de los seis semestres en nuestra querida preparatoria!: pusieron una foto mía cuando estaba en tercer semestre, donde salgo tapada de la cabeza con la chamarra de la escuela, cargando a María, ayudada por el Peluche (la foto la titularon: La procesión del silencio); también otra foto donde salgo cantando con mi guitarra, junto con mis demás compañeros, en cuarto semestre, en un festival que hicimos un día de las madres; también otra foto donde salgo en el salón de conferencias, leyendo mis notas (la foto fue titulada: haciéndose la inteligente); también otra foto donde salí bailando mi ya tan aclamado We go together, con mi crinolina y todo… Ahh que tiempos aquellos… [Lo siento, yo no tengo esas fotos, así que no pondré ni una sola] Después de la comida, nos pusimos a bailar y el pedo: punchis. punchis, punchis, punchis… tunda-tunda, tunda-tunda… jejeje :)

Por eso digo que al final -a pesar de el dichoso comité, y a pesar de todos los chingaqueditos- me la pasé bien. Pero eso sí, ya no vuelvo a aceptar a entrar a un escándalo de esos denominados “comités pro-graduación”.

He dicho.

... [Lapso para la ovación] ...

¡¡¡Bravo!!!... ¡¡¡Chiquitibum a la bim-bom-ba, chiquitibum a la bim-bom-ba, a la vío a la vao a la bim-bom-ba, Garambis, Garambis, ra, ra, ra!!!...

... [Termina lapso de ovación] ...

Para concluir, les mostraré unas pruebas para que vean que lo que digo no son puras babas. Todo es basado en hechos de la vida real:

Garambullita en la recepción de alumnos graduandos.

La escolta de puras viejas.

(De izquierda a derecha: Garambullita, Mary, Yuliana, Gaby y María).

Garambullita pronunciando su discurso.

La bola de inútiles que se graduaron. (La más jirafona: Garambullita).

Mena, Nanomed, Garambullita, San Choy, Perynthia y Don Chucho.

La foto del recuerdo... XD

Nota: Las fotos aquí mostradas no fueron tomadas por un borracho, ni se editaron para que se vieran borrosas... lo que pasa es que por ahora tengo prestado el escaner y solo se me ocurrió tomarle fotos a las fotos con la cámara web (que por cierto, está muy chafa... ¡Bendita pobreza!)...

Ahora sí, habiendo terminado de relatar mis garambu-aventuras, me paso a retirar para irme a dormir, pero, no sin antes decirles lo siguiente:

Zzz... Zzz... Zzz... Zzz... Zzz... Zzz... Zzz...