Cómo quisiera que todos los días fueran así. Sin embargo, mi actitud y estado de ánimo cambiante no los puedo controlar mucho, soy demasiado maleable con las cosas que me suceden, han detallitos mínimos que me ponen mal y me sacan del juego muy fácil.
Yo quisiera saber: cómo combatir contra esos monstruos? Seguro hay estrategias de autorregulación, seguro hay técnicas para combatir las malas rachas, seguro esto puede cambiar.
Creo que una de ellas es la sonrisa como mejor arma para combatir los malos estados de ánimo. Sirve, lo tengo comprobado: te sientes triste, bajoneado, raro con los demás y contigo mismo, pero SONRIES por más que no quieras hacerlo y la sonrisa cambia tu actitud de a poco, de a poco, hasta que te olvidas de ese estado de ánimo. Es efectivo, créanme, pero creo que es una técnica muy superficial; tal vez esos estados de ánimo con los que pretendemos luchar tienen un origen más profundo, tal vez debamos ir más al fondo de nuestras emociones y sentimientos que solamente tratar de engañar a la tristeza.
Porque la calidad de vida también depende de tu estado anímico y sé muy bien que estar bajoneado emocionalmente no es sinónimo de buena calidad de vida.
Hoy fue un buen día y quisiera saber cuál es el truco para que todos los días sean iguales a éste.