Hacer con la puerta abierta

No quería dejar pasar este sueño loco:

Estaba en una fiesta de no sé quién y me dirigí al baño porque ya se me salía. (Ya saben). Me metí a un cubículo y me senté en el inodoro. Estaba muy concentrada cuando de repente la puerta de mi cubículo se cayó desde las bisagras, pero para colmo, mi cubículo estaba justo enfrente de la puerta de los baños la cual estaba abierta y toda la gente que pasaba por los baños me podía ver. Yo me moría de la vergüenza mientras gritaba "por favor, alguien cierre la puerta del bañoooo..!!"

Santa Virginia

Hoy estando en la ducha vino a mi mente aquella ocasión en secundaria cuando algún adolescente idiota y sin nada mejor qué hacer soltó el rumor de que yo no era la mosca muerta que parecía, que ya me había metido con varios chicos de la escuela y que sólo trataba de ocultarlo siendo estudiosa y perfecta. Bajo las gotas de agua, me puse a reir, como casi siempre suelo hacerlo. Me acordé de ese chico que inventó ese chisme y pensé a mis adentros "¿dónde estará ahora mismo?".

¿Estudiosa y perfecta? ¿Esa era la imagen que proyectaba? ¿Estudiosa y perfecta? Obviamente ambas cosas eran falsas igual que ese rumor. Me dio risa y un poco de tristeza: risa, porque a decir verdad mi vagina seguramente sigue siendo la más casta y pura que cualquier otra vagina de otras chicas de mi edad a varios kilómetros a la redonda; tristeza, porque para mí, mi caso es tan triste por cuestiones que no quiero explicar en el blog, tan triste, que llegué a pensar dentro de la ducha "ojalá que esos rumores hubieran sido ciertos, ojalá hubiera podido ser 'normal' y no tener estos trastornos" (tampoco quiero hablar sobre el tipo de trastornos).

El caso es que, no sé cuándo lo superaré, cuando avanzaré y cuándo dejaré de ser Santa Virginia, no es algo importante ahora, pero quizá pronto me de problemas, si no lo logro superar.

Besando el viento

Tengo unos labios que ya no se usan más, ya no saben lo que se siente tocar el cielo, ni saben de sabores atrayentes al corazón, no ríen enamorados, no besan intensamente. Estos labios se quedaron suspendidos en el recuerdo de lo que una vez fue y nadie ha podido traerlos de regreso a su realidad. fueron sellados con un beso que cerró la posibilidad de seguir flotando en la densura del amor. ¡No teman mis aliados, no temas bello presentimiento, aún pueden besar el viento!

Me quedo en el rancho

Querido Blog:

Mañana me quedo en el rancho donde trabajo. A saber:

Trabajo en un rancho de Garambutown, el cual queda lejitos de la cabecera municipal (aproximadamente a 40 minutos de carretera y 20 minutos de terracería, pisándole al acelerador considerablemente, jeje). Me quedo por tres razones:

1.- Unos de mis compañeros son bien culos, nomás quieren que se chingue mi nave. Yo siempre llevo mi nave para ir al ejido y conmigo se van varios compañeros, que me pagan algo de gasolina, pero no quieren llevar sus carros/camionetas porque saben que se gastan y que a veces hay que comprarles refacciones. Y se hacen los cómodos pagando gas, pero las refacciones nadie me ayuda a pagarlas; así no es justo, todos tenemos necesidad pero ellos (los que tienen carro o camineta) son bien culos. Además esa vida tan ajetreada que le estoy dando a mi nave, tiene que parar.

2.- Cosas pendientes que puedo hacer durante las tardes en el rancho. Tengo algunas cosas pendientes que hacer en la escuela, que no hago porque siempre nos regresamos dando la una de la tarde. Pero quedándome, tengo tiempo en la tarde para avanzar en ellas.

3.- Traigo la tentación de quedarme. La verdad traigo la espinita de qué se sentirá quedarse; ya varios compañeros se quedan y si ellos pueden quedarse toda la semana, por qué yo no puedo quedarme al menos unos dos otres días. Ah, porque, no me quedaré toda la semana, sólo los días que lo necesite o cuando ande cansada de viajar.

Un compañero dice que me quiero quedar por Gallito para verlo más rato, y aunque al principio esa idea no era completamente falsa, he decidido no hacerme ilusiones con un imposible, pues ese niño ya tiene a su chica. Además yo estaré pensando en mi Pelón.

Deseenme suerte, ya que no tendré internet allá y no hay red de celular. Ojalá no me de miedito, que no me pase nada malo, que no me aburra y que me sienta agusto.

Ok, ya me voy porque tengo que alistar mis cosas. Chau.

Cuarto de siglo no, dos decenas y tres unidades.

¡Ea ea ea ea! ¡En verdad estoy feliz! Con la sonrisa guardada, pero me siento feliz. Ya desde hoy tengo 25 añitos, pero como toda mujer siempre me quitaré algunos añitos. A partir de hoy tengo 23. Jajaja.

Mi familia me llevó a un restaurante a celebrar mi cumple, vi al Gallo con su novia y pues bueno, lo tomaré como una señal. No tengo nada que andar haciendo ahí.

Me enojé con mi hermano porque es bien culero: él estaba comentando una situación en tono enojado, pero yo no entendí porqué estaba enojado, así que le pregunté "¿Y cuál es el problema del asunto?" y me dijo "¿Y tú qué? ¿A ti quién te está hablando?". Y yo, así de: u_u No ps bueno, yo nomás preguntaba. Me puse triste, y ya mejor no le quise hablar.

Mi hermanita Nano me dio unas flores y unas pulseras bien lindas. Mi otra hermanita Mena me habló por teléfono para felicitarme, pues está en la capital "trabajando" jajaja.

Mi mamá me compró un pastel súper sabroso, que nomás me acuerdo y quiero otro pedacito.

Ese muchacho empalagoso que siempre anda detrás de mí, no podía dejar de hacer su intervención y me mandó felicitaciones por todos los medios habidos y por haber. Jajaja. Pobre muchacho, soy una de sus prioridades, pero él para mí no.

Para los que me conocen saben que para mí lo más lindo son los abrazos, pero a pesar de los que recibí siento que me hizo falta un abrazo de ese pelón que me gusta. =( Ni modo, ni siquiera lo pude ver, sólo lo vi de lejos cuando pasamos a recojer a mi papá para ir al restaurante, andaba con una playera verde, jeje.

Por último siento que me faltó también una felicitación de alguno de mis chapulines que ya están en la secundaria, eso me hubiera encantado, pero nada, no pasó.

Aún así, estoy felí, estoy contenta. Mi cumpleaños fue como lo esperaba, no me hubiera gustado ser anfitriona de una fiesta y ser el centro de atención. Iuuu..!! Eso no..!! (Ya saben mi antisociabilidad).

Am...

Les podría decir que muchas gracias a Dios por otro año más, que las bendiciones que me ha dado, que tengo una vida por delante para vivir, y que debo fijarme más propósitos, aprender de mis errores y podría empezar a reflexionar... pero, en este momento esos choros no me interesan, sólo quero pasarla, sin pensar, sin agobiarme, sólo quiero pasar mi cumpleaños sin atormentarme.

Lo único que creo válido mencionar en estos momentos, sin mucho darle vueltas al asunto es: las cosas se hacen o no se hacen...

Bye. Y ya saben, si les preguntan, tengo 23.

Hacer las cosas bien, hacer las cosas mal

A una se le bajan los ánimos al ver cómo le va bien a la gente que ni siquiera se lo merece. Me da una extraña sensación justo debajo del apéndice xifoides, como si un sentimiento negativo me lo tragara y se atorara justamente en ese lugar. Me pone muuuuy seria y de ceño fruncido saber que mucha gente anda por el mundo sin preocuparse de las cosas y les salen perfectas. Un tanto me pone mal, un tanto me enoja, un tanto me da envidia. ¡No puede ser!

He visto muchos casos de cómo a la gente se le dan perfectas las cosas y a una que siempre procura encontrarse con cosas mejores, que procura hacer lo que su poco sano juicio le dicta como correcto, y que busca que las cosas le salgan mejor, parece que ya está en tu destino fracasar.

Pareciera que las leyes universales de la vida han cambiado: pórtate mal y las cosas te saldrán bien, trata como perro a los demás y te seguirán, no te preocupes de la vida y tus responsabilidades y mira cómo todo mejora. Sé que suena absurdo y que cualquiera reconoce que eso no es cierto en ninguno de los sentidos lógicos conocidos por las personas. Pero ah, cómo hay gente que le salen las cosas bien.

Creo fielmente en las buenas personas, en lo positivo, en hacer el bien y obtener cosas buenas. Y también creo que tarde o temprano todo cae por su propio peso. Al menos eso me han inculcado las películas de superhéroes.