Estrella fugaz

Dios, no sé que ha pasado, pero estos días han sido magníficos: la escuela, los amigos, las tareas, la casa… mmm, no puedo decir lo mismo de la casa, pero de ahí en fuera las cosas marchan bien.

No puedo explicarlo, hay cierto entusiasmo que se apoderó de mí, hay más risas en mis días, más paciencia para tolerar, más valemadrismo ante situaciones tontas y sin sentido que antes me ponían mal. Qué bello ha sido, qué bello he sentido.

¿Te conté que vi una estrella fugaz y le pedí fuerzas para seguir adelante? Creo que sí me escuchó. Me ha dado esa motivación que necesitaba (no como la pedí, pero me dio algo equivalente). Debo empezar a creer más en la magia, en los deseos, en las hadas y en que todo se puede, no como plan de vida, sino como filosofía, acción y efecto.

A veces me da miedo pensar que todo esto será pasajero. Normalmente en mi vida, después de un periodo de estabilidad viene uno de caos total. Esta vez no quiero que suceda eso. Estoy poniendo todo de mi parte para que este estado se prolongue lo más posible, estoy tratando de cambiar de mentalidad y actitud.

No dejes, Dios, que caiga; estrellas, no me dejen caer.