Me voy a dormir con millones de pensamientos dentro de mi cabeza. No sé si quiera mañana despertar. Cierro los ojos y nada me deja dormir, todo mi cuarto da vueltas al igual que mi cabeza. Permanezco despierta ya hasta tarde, repasando lo bueno y lo malo de la vida; justamente el día de hoy leí un poema en un blog sobre ello; hay tantas cosas buenas, pero hoy solo tengo presente lo malo. Aunque hace calor me entierro debajo de las cobijas y me suelto a llorar -cualquier briznita de aire me puede hacer mal-. Doy gritos en silencio para no despertar a los que duermen y mi nariz empieza a llorar también. Bajo las cobijas soy toda humedad: sudor, lágrimas y mocos. Qué patético.
No sé cómo... me quedé dormida.
Los gritos de mi madre me agobian, igual los de mi padre.. ¿Por qué ese afán de hablar a golpes? Me despertaron ya como a las 11:00 AM "¡Levántate para que comas algo!". Yo quería quedarme, si no es que dormida para siempre, tan siquiera dormida todo el día. No quería saber nada. "Levántate, ya es muy tarde" me gritaba otra vez mi mamá desde abajo de las escaleras. Sus gritos me taladraban los oidos y la conciencia. Pero no, ellos siempre ganan. Fue mi papá a jalarme la cobija y lo odié en ese instante.
Bajé a dar el almuerzo con cara de fastidio y ya en la mesa me hacen insinuaciones de que estoy gorda. Por qué hoy, por qué justamente hoy que no estoy de humor. "A ella dale coca porque le gusta más" dijo mamá. "¿Y a Usted no?... Écheme la culpa a mí" dije sarcástica. "Déjamela, está enojada" dijo Don Chucho. Pero no, no estaba enojada, me sentía triste, pero sus comentarios me estaban empezando a enojar. Luego de terminar el almuerzo dijo mamá "Dale de comer a los gatos" con un tono que nunca me ha gustado, un tono un tanto desesperado, como si ya me hubiera dicho 20 veces que lo hiciera y yo no le hubiera hecho caso. Por qué ese tono, siempre lo usa y hasta parece que lo hace de a drede. Hubiera preferido que usara un tono imperativo, que me hubiese ordenado fuertemente... pero no, usó ese tono de nuevo. ¡Ya sé lo que debo hacer, maldita sea! Si yo no le doy comida a los gatos nadie lo hará, excepto mi hermano, pero él se había ido ya a empezar sus clases en otra ciudad. Más no dije nada y fui a atender a los gatos.
Después de ello quise prender la computadora, pero pensé en los reclamos de mi mamá o mi papá estilo de "¿Ya vas a empezar con eso?... ¡Deja eso ya!" Así que me aguanté, no la prendí y decidí que mejor haría la manualidad que me dejaron en la escuela y que tengo pendiente, pero antes de que empezara con ella mi madre de nuevo: "Ponte a hacer tu trabajo manual"... ¡¡Oooquelachingada!! ¡Yo sé lo que tengo que hacer! ¡No soy una niña! -pensé a mis adentros guardando mis sentimientos que eran ya de enojo-, "Ya voy"dije solamente. Decidí que la música me relajaría, pero la que quería escuchar solo estaba en la PC, así que la prendí; todo estaría mejor: yo, haciendo mi manualidad y escuchando música. En eso llegó mamá y: "¿Otra vez te la vas a pasar todo el día frente a ese mugrero?". No dije nada, solo pensé en que yo nunca le decía nada cuando ella utilizaba la computadora.
Más tarde fui al changarro y estuve tranquila, pensando. ¿Por qué todo el día tengo que estar pensando? Esto me puede agobiar. Como sea. Llegué a la casa de nuevo, cansada, era de noche ya. Mi mamá tenía ya todo recogido, me ofreció de cenar y a la par lavaba alguna ropa (es buena ama de casa). Mi papá había lavado los baños y estaba ya descansando. Yo no hice nada, salí a fuera a saltar la cuerda, quería cansarme por completo, meterme a bañar y dormir. Cuando entré a la casa de nuevo mi mamá me recibió con un beso por lo de mi boleta de calificaciones y por un diploma de primer lugar. No dije nada. Me metí a la regadera y me puse a pensar. Otra vez.
A veces pueden ser muy amorosos y a veces tan castrosos.
Se que estoy mal pero:
Este día los odio.
No sé cómo... me quedé dormida.
Los gritos de mi madre me agobian, igual los de mi padre.. ¿Por qué ese afán de hablar a golpes? Me despertaron ya como a las 11:00 AM "¡Levántate para que comas algo!". Yo quería quedarme, si no es que dormida para siempre, tan siquiera dormida todo el día. No quería saber nada. "Levántate, ya es muy tarde" me gritaba otra vez mi mamá desde abajo de las escaleras. Sus gritos me taladraban los oidos y la conciencia. Pero no, ellos siempre ganan. Fue mi papá a jalarme la cobija y lo odié en ese instante.
Bajé a dar el almuerzo con cara de fastidio y ya en la mesa me hacen insinuaciones de que estoy gorda. Por qué hoy, por qué justamente hoy que no estoy de humor. "A ella dale coca porque le gusta más" dijo mamá. "¿Y a Usted no?... Écheme la culpa a mí" dije sarcástica. "Déjamela, está enojada" dijo Don Chucho. Pero no, no estaba enojada, me sentía triste, pero sus comentarios me estaban empezando a enojar. Luego de terminar el almuerzo dijo mamá "Dale de comer a los gatos" con un tono que nunca me ha gustado, un tono un tanto desesperado, como si ya me hubiera dicho 20 veces que lo hiciera y yo no le hubiera hecho caso. Por qué ese tono, siempre lo usa y hasta parece que lo hace de a drede. Hubiera preferido que usara un tono imperativo, que me hubiese ordenado fuertemente... pero no, usó ese tono de nuevo. ¡Ya sé lo que debo hacer, maldita sea! Si yo no le doy comida a los gatos nadie lo hará, excepto mi hermano, pero él se había ido ya a empezar sus clases en otra ciudad. Más no dije nada y fui a atender a los gatos.
Después de ello quise prender la computadora, pero pensé en los reclamos de mi mamá o mi papá estilo de "¿Ya vas a empezar con eso?... ¡Deja eso ya!" Así que me aguanté, no la prendí y decidí que mejor haría la manualidad que me dejaron en la escuela y que tengo pendiente, pero antes de que empezara con ella mi madre de nuevo: "Ponte a hacer tu trabajo manual"... ¡¡
Más tarde fui al changarro y estuve tranquila, pensando. ¿Por qué todo el día tengo que estar pensando? Esto me puede agobiar. Como sea. Llegué a la casa de nuevo, cansada, era de noche ya. Mi mamá tenía ya todo recogido, me ofreció de cenar y a la par lavaba alguna ropa (es buena ama de casa). Mi papá había lavado los baños y estaba ya descansando. Yo no hice nada, salí a fuera a saltar la cuerda, quería cansarme por completo, meterme a bañar y dormir. Cuando entré a la casa de nuevo mi mamá me recibió con un beso por lo de mi boleta de calificaciones y por un diploma de primer lugar. No dije nada. Me metí a la regadera y me puse a pensar. Otra vez.
A veces pueden ser muy amorosos y a veces tan castrosos.
Se que estoy mal pero:
Este día los odio.
No estas mal, es parte de nuestra naturaleza (creo). Uno idolatra a sus padres, luego los detesta, luego los ve chiquitos y luego vuelve a amarlos, y te digo una cosa? pocos se dan cuenta de esto...
ResponderBorrar(o yo estoy mal?)
un abrazo
.
Pienso que la regañiza por parte de nuesttros padres es para hacernos fijar en algo que estamos mal.
ResponderBorrarYa tiene mucho tiempo que mi padre no me regaña, y creeme que ha tenido bastantes razones para poder hacerlo, y su silencio me hace sentir peor.
Gracias dK, gracias Yayo, por sus comentarios.
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