lunes, 17 de julio de 2017

El mejor reconocimiento

Ser maestro tiene muchas satisfacciones si haces un buen trabajo. Ver cómo los niños evolucionan día con día, paso a paso, y con esfuerzos notar que empiezan a sumar, multiplicar, dividir… ver cómo logran leer y reflexionar, o simplemente, ver cómo empiezan a desenvolverse más con sus compañeros y en las actividades de clase, son satisfacciones que uno mismo observa y de las cuales sacamos aliento y gratificación para continuar. Pero de ahí a que los mismos niños o padres de familia te expresen palabras de aceptación en relación al trabajo que has realizado, es la mayor satisfacción.


Eso es lo que me dijeron hoy, palabras como “maestra, yo quiero que nos vuelva a dar en quinto”, “maestra, la queremos a usted, no queremos a nadie más”, “trabajé muy a gusto con usted”, “usted bien sabe que mi niña no sabía leer y con usted pudo aprender”, “sentí que con usted mi niño despegó”, “mi niña sí mejoró bastante”, entre otras. No quiero decir que todo haya sido perfecto, estoy consciente que hubo algunos niños que no se acoplaban fácilmente a mi manera de trabajar, que algunos necesitaban mucha más ayuda, que debo hacer otros ajustes en mi trabajo para que los niños tengan un acercamiento más adecuado los aprendizajes. Sin embargo estoy sumamente contenta con lo que pudo realizarse, con los logros alcanzados y las madres de familia que notaron mi esfuerzo, porque se siente bonito que te lo reconozcan, así como hoy me lo han reconocido.

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