Amar la vejez

Espero que la vida y los años me llenen de sabiduría y conocimientos, para que al correr de los años me sienta orgullosa de lo que me he convertido y no terminar en la actitud mediocre de sentirme vieja o envidiar la jovialidad de los menores que yo.

No quiero eso. Y lo pido desde ahorita porque me conozco, me conozco, soy tan capaz de sentir eso, y sentirme traumada por la edad, las arrugas, el mucho o poco legado o rastro por la vida que haya dejado y los muchos o pocos amigos a los que me haya ganado y saber que no podré regresar el tiempo para hacer las cosas como quizá debí haberlas hecho.

Soy tan capaz de sentirme inútil e inservible, soy tan capaz de sentirme defraudada o decepcionada que quizá llegue a mi cabeza la idea del suicidio. No lo sé, pueden pasar muchas cosas.

Una de las posibles soluciones corre por mi cuenta. Hacer y deshacer a mi gusto y antojo sin haberme quedado con las ganas de algo. Empezar un legado, tener más amigos, hacer cosas que me satisfagan; eso queda de mi parte. Pero pido a Dios la madurez y sabiduría necesarias para aceptarme como seré dentro de algunos años y de poder valorar mi vejez.

Neurasténica

Si hay algo que he hecho mucho estos últimos días, es estar de criticona, la verdad y aunque me duela admitirlo. No había caído en la cuenta de ello hasta que me puse a leer un poco. Ese libro dice que para ser mejor no debes criticar a los demás, debes empezar a criticarte a ti mismo, y de esta forma, podrás percibir tus errores. Esa es una regla que todos sabemos de antemano, pero chale, ya se me había olvidado. Estaba tan ocupada en preocuparme por otras gentes que ni valen la pena; no valen la pena y no me vale perder el tiempo con ellas. El único punto a mi favor -para no sentirme tan culpable, jajaja- es que no era una crítica en su totalidad, era una especie de desahogo de mis frustraciones a causa de esa gente que es puro veneno. Sí, ya sé que eso no me justifica el hablar de las demás personas... Daaaaah!!!

No quiero ser una maldita neurástica. Mejor tirar al lucas a ese tipo de gente. Amén.

Máscaras y personalidades

¿No te ha pasado que, es la primera vez que ves una persona -ya sea en la calle, en el transporte, en un centro comercial, en un establecimiento, etcétera- y te agrada instantánteamente la imagen que proyecta? A mí me ha pasado varias veces en mi vida, una persona me simpatiza sin siquiera conocerla, tanto, que me gustaría que fueramos amigos (as). Y no me refiero a que esa persona me guste o que yo quiera algo con ella, NO, es sólo que la imagen, alegría, sencillez o afabilidad que proyectan llaman mi atención.

La cosa es que, últimamente es más difícil que ocurra eso, ya no me he topado con un caso así. Creo que últimamente todos están muy preocupados en lo material y banalidades, que su verdadera personalidad se oculta detrás de esas bisuterías y monerías estrambóticas: maquillajes, ropas elegantiosas o de marca, bolsos, zapatería, carros, etcétera. Eso, señores, eso hace que me pierda.

Me pierdo y me es más difícil identificar las personalidades de las personas. Porque hasta el rostro más sencillo y afable puede quedar oculto fácilmente detrás de una delgada capa de maquillaje que la transforma a la persona en alguien engreído y superficial, por poner un ejemplo.

Es más difícil identificar el verdadero yo de las personas cuando se escudan detrás de todo eso. Tal vez es cuestión de estereotipos y sin querer, inconscientemente evito a las personas por prejuicios establecidos. Tal vez yo soy la del problema, que soy una pobretoncilla desarreglada que se intimida con lo imponentes que se ven esas personas tan bien arregladas. Sea lo que sea, el hecho está, y de que ocultan su verdadero yo un poco, lo ocultan.

Pero esto también es una contradicción a mí misma, porque en alguna ocasión yo he mencionado que para sentirnos bien debemos querernos y arreglarnos, tratar de vernos bien y tener una imagen de nosotros mismos que nos agrade; ponernos esa ropa sofisticada o preferida con la que nos sintamos mejor, maquillarnos si es que eso nos brinda más presencia y seguridad, en fin.

Y me contradigo a mí misma porque incluso yo me maquillo y he pensado que estoy contribuyendo a que la gente no me conozca del todo como soy. Todos se van con otra imagen y ven a alguien que en realidad no soy, pero me gusta maquillarme, porque me da más seguridad.

Ya sé, ya sé, debo trabajar con la apreciación que tengo de mí misma y poder aceptarme como soy para quererme y valorarme, y no tener que subordinar mi autoestima y autoimagen a ese tipo de banalidades.

Um.. bueno ya. Fin. Me aburrí.

PD: Al final me quedé con las mismas ideas y sin una posible solución.

Varamiento

Aquel que no tiene pensado qué es lo que quiere, no avanza hacia ningún lado; y es justamente donde me encuentro ahora, varada como una pelota de golf en un banco de arena, sin un norte en mi cabeza que me ayude a comprender el rumbo que debo tomar. No es que no haya hacia dónde virar o un camino que recorrer, hay tanto que hacer y planes que llevar a cabo; pero tengo temor de avanzar o vagar sola, tengo temor de hacer las cosas mal y que no haya alguien que me de un buen consejo, temor de hartarme al punto de renunciar y que no haya quien me devuelva al camino; de hacer de mi vida un papalote, volarlo en el cerro más alto, que se venga una tormenta eléctrica, que un rayo me electrocute y que no haya nadie para sanarme.

No me gusta depender de nadie, pero a veces, tener a alguien te hace más fuerte. Yo también quiero poder decir "I got you to make me feel stronger".

Endulzante

Estaba chechando unos posts de meses atràs.

¡Què buenos tiempos aquellos en que la letra se me daba como el chorro de una fuente de la plaza! ¡Què buenos tiempos eran aquellos en que tenìa un tema del cual escribir, un tema tonto y trivial, pero al fin y al cabo era un tema! No como ahora que la mayorìa de mis posts se tratan de lo que hice en el dìa. Eso tambièn està bien, para volver a leer y recordar tus memorias, pero siendo sincera, hasta yo les encuentro algo de aburrido. Tambièn las letras han dejado de fluir y proliferar, creo que eso es debido a que ya no tengo un sentimiento que me inspire -sea bueno o malo, cualquiera es bueno para escribir, como mis amores y desamores-. Ya no hay nada de nada que me apasione y me haga imaginar.

¿De donde sacarè material nuevo? Eso es estresante para quienes quieren tener màs y màs seguidores en sus blogs, pues deben atraerlos y mantenerlos con material de lectura interesante, pero ese no es mi objetivo, yo no quiero lectores. Confieso que al principio me importaba un poco ser leida, pero ya no, le he tomado otro sentido a la vida, creo yo, tan es asì que eso ha pasado a segundo tèrmino y ahora me estoy enfocando a hacer las cosas para mì. Quiero que este blog me guste a mì, quiero mantenerlo por mì y quiero que el contenido sea de mi agrado. ¿Acaso eso es mucho pedir, papà Dios?

Ahora lo que màs me importa y me preocupa es que mi vida no tiene un motor, ni un endulzante, ni algo que le de sabor a este caldo. Mi vida y mis emociones y sentimientos no dan para continuar escribiendo cosas que me agraden. Tal vez sea bueno comprarme un perro, o agarrar al azar uno de esos nùmeros celulares que anuncian en la radio de personas buscando amigos.

En verdad me preocupa mi situaciòn, porque lo ùnico que me llena en estos momentos es mi trabajo. A veces quisiera estar en mi trabajo màs tiempo para no tener que estar en mi casa pensando tanto, y me sorprende que ha habido ocasiones en que no quiero salir del trabajo para no tener que llegar a la casa. Es raro, pero es cierto, muy cierto. Tambièn espero con ansias que llegue el fin de semana en que me toca ir a visitar a mi familia.

Chale es raro. Quiero una emociòn y un sentimiento. Quiero dejar de aburrirme sola en las tardes. Soy una estupidina. Eso lo sè.

Ya basta ya me hartè. Eso es todo por hoy.

PD: Hay muchos posts en puerta que no han sido publicados por cuestiones de tiempo. Tal vez un dìa los saque a la luz.
PD2: Hay los acentos al revès no son extravagancia mìa. Es culpa del modo del teclado.

Vulnerable

Por qué Dios? Por qué me dejas que vuelva a pensar en él? Por qué dejas que invada mi mente? Por qué ahora justo que tengo tanto tiempo para hacerlo y mi mente es vulnerable? Su recuerdo viene a mí. Hay tanto que me hubiera gustado decirle. Hay tantas frases de canciones que me lo recuerdan.