No pudimos esperar más y empezamos a cambiarnos de casa aún cuando la señora Champiñón no estaba en casa. Quedamos en volver el día en que ella llegase para despedirnos como la gente. Pero mi compañera Rubí de pinche individualista como siempre se quería adelantar a mudar sus cosas para llegar primero a la casa y ganar la mejor habitación y los mejores muebles. Pensó, seguramente que yo no iba a decir nada, pero no me quedé callada. No la hice que se quitara del cuarto que eligió pero sí le hice ver mi rotunda incormidad. Bah, que se quede con su pinche cuarto, el hecho es que no es justa.
Fuimos a comprar mandado y utensilios para el hogar. No pensé que fuera algo tan tedioso y agotador. Nos llevamos cerca de 4 horas. Chale. Al regresar a casa ella se puso a limpiar el refri y yo fui a conseguir una espátula y un martillo con los de la casa de enfrente (el rentero). Así que yo me puse a quitar la pintura deteriorada de mi cuarto y luego ella hizo lo mismo. Ya andamos muy cansadas así que dejaremos la pintada para otra ocasión.
Buenas noches..!!
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