Esta ha sido la semana más loca de mi vida desde hace ya mucho tiempo. Jajaja. Pero no es porque haya hecho algo atravancado o desquiciado, al contrario, es por la armonia, por los buenos tratos, por la buena convivencia y por el compañerismo. (Cáaaaalmateee morrilla )..
Después de que llegó Rubí de sus vacaciones, empezó una semana en la que ella y yo nos llevamos más bien de lo usual. Tal es el grado de confianza con ella (no es tanto, pero sí es mayor) que ya me siento más libre de ser yo, de decir mi opinión, de sugerir, de pedir, incluso de bromear.. (uy si, muy bromista la Garambis ). Y su respuesta también ha sido favorable. No quiero empezar a fantasear con la realidad, pero creo que hasta ella se siente mejor con esta nueva convivencia.
El lunes por la noche que llegó, nos contamos cómo habían sido nuestras vacaciones. El martes la acompañé a firmar unos papeles a regionales. El miércoles la acompañé a que firmara nómina en la supervisión y fuimos a comer pizza. El jueves fuimos a comprar unas cosas al super y a comer (hot dog ella y ensalada de pollo yo ), ese mismo día vimos dos películas de internet (con decirles que ella se vino a mi camita a verlas! O sea, eso nunca se hubiera visto con la antigua convivencia). Y ya para el viernes nos venimos a la capital con Mayrina (la hija de la señora) y bueno, yo venía dormida, jaja.
Qué pasó? No lo sé.. Lo único que sé, es que yo cedí un poco: le ofrecí acompañarla a sus mandados y a partir de allí ella se portó más accesible y terminó por ceder.
Qué bueno que esto está pasando porque ya me daban ganas de partirle la cara a la Rubí de antes.
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