miércoles, 18 de noviembre de 2009

Game over

Hace un año en mi vida ocurría ESTO.

Hoy sólo como plátanos con crema mientras veo El Príncipe del Rap porque no tengo otra cosa mejor que hacer. El Principe del Rap, me recuerda a ti.

En estos días pasados el Alfalfo ha estado hablándome, mensajeándome, tratando de comunicarse conmigo; así nomás, como si estos 4 meses de ausencia no significaran nada. Pero en una de mis instrospecciones de micro decidí que no cedería tan fácilmente, que debía esforzarse para volver a verme, así como yo me esforcé por conseguir su correo, por topármelo, por entrar en su cabeza, en su mente y en su corazón (esto último no funcionó). Debía esforzarse así como yo me esforcé para conocerlo y tratar de comprenderlo, para darle lo mejor de mí, para hacerlo sentir especial, para darle más de lo que alguien como yo podía ofrecer con tan poca retribución. Decidí que él debía luchar para llegar a mí nuevamente, decidí que si en realidad quería volver a verme debía batallar y que con un simple mensaje o una llamada perdida no me haría caer. Lo decidí por su bien y por mi estabilidad. Y dije: "Esperaré hasta el 18 de noviembre -el día en que me vi con él frente a frente por primera vez- esperaré hasta ese día para ver si reflexiona y se da cuenta de quien soy yo y cuales eran mi intenciones"

Ese día llegó. Se acabó el tiempo. Faltan cuarenta y cinco minutos para que otro día comience y no creo que en ese lapso ocurra algo. Game over, dulce amado mío. El tiempo se acabó, para ti y para mí.

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