Esta foto es de cuando me puse a hacer hot cakes. Hacía buen tiempo que tenía ganas de hot cakes caseros y mi papá, también con el antojo, ni tardo ni perezoso compró los ingredientes necesarios. Cuando todos los ingredientes estuvieron reunidos, surgió el gran problema de quién sería el valiente que los haría. Nadie quería hacerlos, todos teníamos hueva y por eso nadie hizo nada. Así se quedaron los ingredientes por dos días, sin que nadie los tocara. Hasta que un buen día, yo, de tan aburrida y ociosa, saqué valor de no sé dónde y comencé a hacerlos.
Justo cuando tenía que dar vuelta al primer hot cake me acordé por qué mi miedo a hacer hot cakes, jaja, siempre se me desparramaba el hot cake en el sartén cuando les daba vuelta. Fue entonces cuando dije: "¡¡Llegó la hora de amarrarme los pañales y dejar de ser una bebé llorona que no puede voltear sus propios hot cakes!! ¡¡Es hora de la verdad!!" Y di vuelta a todos los hot cakes, uno a uno. Claro que no todos salieron como yo hubiera esperado, pero por algo se empieza. Luego todos comimos deliciosos hot cakes calientitos, aunque la verdad a mí me gusta comerlos fríos. Jeje.
Próximo reto: hacer un pay. (Que no sé como voy a hacerlo si ni siquiera tengo horno, jeje).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario