Sé que quizá estás con ella y que quizá te está besando.
Hace un tiempo he comprendido que, si no puedes separarte de ella, es que a lo mejor sí la quieres y me mientes al decir que ni siquiera te gusta.
Cuando miro su foto y veo su cara buena y tierna, puedo darme cuenta que ella no tiene maldad, y a partir de lo que me has contado, sé que te quiere y te quiere bien. Luego me miro en el espejo y veo mi cara retorcida y aunado a mis pensamientos y al hecho de que me conozco cómo soy, me doy cuenta que aunque siento algo por ti, no sé si se llegue a comparar con lo que ella te da. Cuando veo en tu rostro retorcido y misterioso, puedo darme cuenta que eres impenetrable, eres la duda y con ella el sufrimiento. Eres la incertidumbre y con ella la desesperación. No sé quién eres ni qué es lo que quieres. No sé qué buscas de mí y no sé qué buscas de ella.
Después de aquella vez que tontamente te pedí que la dejaras, sé que algo te une a ella. "No puedo" contestaste. ¿Por qué no puedes? Si dices que no es amor, si dices que no la quieres, entonces qué diablos puede ser. ¿Será sexo? ¿será conveniencia? ¿será el dinero? ¿o será que en verdad la quieres y no querías perderme al decirme la verdad?
¿Tienes miedo de perderme? No creo que extrañes mucho mi escueta plática, no creo que extrañes tocar mi cuerpo, no creo que extrañes que te diga una y otra vez que me encantas y que te mire bajo la luz de la luna. No creo que mi vida haya producido algo significativo en la tuya como para que te duela. Sin embargo dices que sí. Y afirmas todo lo que no creo.
Y aún así sigo pensando ¿qué te hace seguir a su lado? Después de febrero, dijiste, estarás libre, la dejarás, cada quien tomará su camino y será como debe ser entre nosotros. ¿Febrero? ¡¿Por qué no julio?! ¡¿Por qué no hoy?! ¡Febrero mis polainas!
Engañarla conmigo. Qué mensadas estoy haciendo. Además, creo que no lo vales y ella no lo merece.
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