jueves, 5 de abril de 2007

Leñadora

Este día, en el cielo se escucharon mis súplicas.

En la hora del almuerzo, opuestamente a lo que acostumbro hacer, antes de empezar a tomar los alimentos, llevé a cabo una pequeña oración de gracias.

"Señor, gracias por los alimentos que voy a consumir, que sin duda no estarían en mi mesa sin tu ayuda... ah, y la de mis papás. Gracias por dejarme disfrutar un día más de vida con ellos y gracias por tener con salud a todos mis familiares y seres queridos..."

Y como buen ser humano no reparé en pedir algo:

" ...Te pido Señor, que me ayudes a no ser tan floja y a llevar a cabo lo lo que tenga que hacer, haz que mis días no sean en vano y pueda sentirme satisfecha con mi manera de vivir, ese sería un gran regalo"

Los demás en la mesa me miraban con extrañeza, pues normalmente me siento en la mesa y 'a lo que te truje Chencha', además estaba con la cabeza inclinada hacia abajo y con los ojos cerrados.

-Ponte a comer- dijo Perynthia (mi mamá), pero no hice caso y seguí.

No recuerdo qué más pedí o qué otras tantas gracias haya dado, pero lo que si me acuerdo fue que comí como cerdo.

Después de un rato, me asombré de que, al contrario de lo que acostumbro hacer... um... más bien, en vez de no hacer nada, estaba arreglando el jardín de mi madre con su ayuda y la de Mena (una de mis dos hermanas). Corté con un zerrucho un árbol que ya no daba hojas y estaba seco, arranqué la hierba mala con mis manos, barrí la basura y recogí lo que no pertenecía al jardín. Bueno en pocas palabras estaba viendo que lo que había pedido en mi oración de la mañana, estaba sucediendo. Claro, no me dí cuenta en ese preciso momento, pero luego, al terminar de hacer todo, me sentí con una gran satisfacción de haber ayudado a mi madre y pensé: "que satisfacción más grande el haber ayudado a limpiar el jardín" (bueno, no dije exactamente eso, pero sí lo sentí).

Algunos han de decir ¿y qué pedo con eso? Ya sé que no tiene nada de gracioso darle mantenimiento a tu jardín, pero el pedo es que casi todos los día de mi vida siento que se me van en balde y esa satisfacción de la que hablo contrarresta eso que siento.

Chiales, me cai que soy bien ñoña. Normalmente nadie escribe sobre cosas tan tontas en sus blogs, pero... nah, me vale.


Pus si así se les hace feo el jardín, imagínense cómo estaba antes de la limpiada. --- El pobre arbolito se ve verde de donde corté el tronco y hasta salió un retoño en la foto, pero neta, lo juro que lo de arriba estaba todo feo, espinoso y seco. --- La del fondo, es la casa de un tío, mi casa está justo en frente de la suya (lo que pasa es que vivo en una especie de vecindad del Chavo. Jojojo :D).

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