sábado, 11 de enero de 2025

Frío reconfortante


Estoy muy a gusto en mi casita, hace un chorro de frío pero todas mis cobijas son tan pachoncitas, suaves y peluditas que me abrigan muy bien. Incluso he puesto una cobija de peluchito para que cubra la cama y se siente reconfortante. Entonces... ¿Cuál frío?

Me he levantado a ver caricaturas. En mi mente siempre ha estado esa imagen de cuando era pequeña y nos levantábamos Mena, Cho y yo a ver tele; caricaturas como Alvin y las Ardillas, Chip y Dale, Sandy Bell y seguramente muchas otras que no recuerdo, pero esas eran unas de las principales.

Así que, hoy que me levanté puse unos episodios de una caricatura todavía más vieja que solíamos ver de pequeños, mucho más pequeños: la caricatura de Perrine. Luego me levanté a tomar una enorme taza de café y tengo una pijama tan reconfortante que el frío no me hace mucho.



Y no sé, solo quería decir que, es un gran abrazo experimentar un día como hoy, tan frío y en mi casita, con lo reconfortante del hogar, con lo reconfortante de mi cama y una buena taza de café o chocolate. ¡Qué Bendición!, dijo un alumnito, porque de haberla pasado en el trabajo, estaría ahora mismo con las patas entumidas. Jajaja. Bueno, en el trabajo también me va bien el frío porque así no sudo tanto, pero va mucho mejor en casa. 

Lo único malo es que con el frío todo el día quiero pasarla echada, bajo las cobijas y no hago nada. Jajajaja. Y eso es malo porque yo de por sí soy flojonaza y le pido permiso a las ganas para poder hacer mis deberes.... um... y este frío decrementa mis ganas de cualquier cosa.

Entre otras cosas, he estado enferma pero ya estoy mejorando, aún cuando se han intensificado los fríos, creo que el reposo y tomar mis medicamentos en tiempo y forma me ha servido.

Han dicho que los fríos en muchas partes de la república iban a ser con temperaturas muy bajas, y a mí que me gusta tanto el frío estoy bien con ello, solo espero que los animalitos silvestres o callejeros no sufran tanto y que las personas de la calle tengan un lugar dónde resguardarse. Así sea. BYE.

Este día frío me recuerda a ciertos días reconfortantes que siempre voy a querer revivir una y otra vez mientras se pueda.

La casa de los mocos


"La casa de los mocos y la tos", jajajajajaja, así le deberíamos llamar a mi casa en estos momentos.

Ma, Pa, Cho y yo estamos hasta la madre de enfermos, bueno, ellos más... yo no tanto.

Nos la hemos pasado tirados en la cama todo el día, bueno, excepto Pa y yo, que nos vamos a trabajar cada mañana. Y Cho y Ma se quedan en casa a descansar.

Hemos estado comiendo pura comida comprada. Le compramos a China, en su negocio de tacos y gorditas, compramos menudazo o barbacoa para almorzar. Y ya para la tarde-noche compramos tortas, tostadas, tacos y de esas comidas de la calle, porque mi Ma dice que la gripe no la deja ni levantarse de la cama, que se siente muy desforzada.

La mesita de la cocina y la barra tiene medicamentos de todos nosotros. Jajajaja. Dice mi hermano que quizá le volvió a dar Covid pero yo digo que alucina un poco, ya que a veces él es algo exagerado con las cosas de las enfermedades.

Ayer que salió poquito el Sol y que no estuvo tan frío, aprovechamos para bañarnos todos. Jajaja. Puercos, Oink Oink.

Yo por mi parte ya voy saliendo de esto. Pero he de confesar que me he pasado lo más que puedo enredada en las cobijas, viendo un dorama llamado "Ella era bonita". Al cual le doy un 7 hasta ahora porque es lo suficientemente entretenido.

lunes, 6 de enero de 2025

Regreso a clases

— Luego de unas merecidas vacaciones decembrinas ya mañana regreso al trabajo. La verdad no quiero, pero sí quiero, pero más más NO QUIERO.

— ¡Ah chingá! ¿Y cómo es eso Anli?

— Pues verás. quiero porque amo mi trabajo y es un buen motivo para despertar y no pasármela hundida en mi cama todo el día. Es un distractor y una felicidad que me da el poder ver lo que puedo llegar a influir en mis alumnos para que sus mentecitas vayan despertando a los nuevos conocimientos. Es una emoción de que cada día es algo nuevo, algo inesperado, algo emocionante.

— ¿Entonces por qué dices que no quieres regresar? ¿No descansaste lo suficiente? ¿No te gusta enteramente tu trabajo?

— Sí descansé muy bien y traigo energía renovada. y no es que no me guste mi trabajo, al contrario amo lo que hago, solo que me fastidian situaciones ajenas que a veces surgen y me involucran.

— ¿Eh?

— Te explico: esta vez tengo unas madres que traen pleitos entre ellas y cada queja o desacuerdo que tienen entre sí vienen a decírmelo a mí, como si fuera mi trabajo estar de mediadora entre las madres de familia que tienen conflicto. Ese no es mi trabajo. Si por algo me hice maestra de niños pequeños, además de que me encanta trabajar con ellos, es porque los adultos son tan conflictivos y no me gusta lidiar con eso.

— Ok, entiendo. ¿Y qué planeas hacer?

— He decidido que no voy a estar de referee ni de conciliadora entre las madres de familia que traen pleitos. Para eso no estudié, esa no es mi vocación; entonces que arreglen sus diferencias entre ellas. Mi trabajo es guiar, conducir, motivar, brindar nuevas perspectivas y crear entornos apropiados para los niños y para que elaboren conocimientos significativos, no andar en pleitos de adultos. Además parecen niñas chiquitas haciendo berrinches por cualquier cosita como: "aquella señora me habló feo, me está dirigiendo mal la palabra, aquella es una conflictiva, aquella quiere que se hagan las cosas como ella dice, solo me quiere molestar, por favor dígale que bla bla bla"... ¡Santo Dioooos! ¡Parecen pleitos de niños! Incluso sus hijos no se comportan así de inmaduros. Los niños saben resolver mejor sus conflictos porque les he dado un poco de programación neurolingüística para ese tipo de situaciones. Cáspita. Creo que si no arreglan sus diferencias entre ellas voy a tener que mantenerlas a raya en las participaciones de la escuela porque no se saben comportar, ya que en cada actividad van a estar con sus pleitos... Así que la próxima vez que tenga junta con las madres, les daré un ultimátum: o se aplacan o prescindiré de su apoyo lo más que se pueda. Posoye.

— Vaya, pensé que tu trabajo era solo poner trabajitos a los niños y revisarlos. Entonces tienes una buena tarea con las mamás.

— Pues sí, van muchas cosas involucradas pero mi trabajo en sí es con mis peques. Pero luego te cuento cómo me fue. Ahora tengo que alistarme para mañana.