Hoy tomé mi guitarra y me puse a tocar casi sin pensar, mis dedos tenían ganas de jugar como hace tiempo no lo hacían; no recuerdo la verdad cuánto ha pasado desde que tomé mi guitarra en serio. Tuve algo de inspiración y me he sentido bien de haber hecho caso a mis impulsos porque gracias a ellos di a luz a una nueva canción; es linda y romántica, como yo, es sencilla y muy profunda, como yo, y refleja un sentimiento que tengo demasiado latente.
Recordé esos días en que tenía más inspiración y dedicación a la música y la guitarra, buenos tiempos que sólo pueden ser recordados con satisfacción, porque esa época sólo me brindó satisfacción alrededor de las personas con las que la viví, de esa satisfacción que hace mucho no se veía por estos lugares, de esa satisfacción de hacer lo que te gusta. Brindemos porque todos tengamos satisfacciones de lo que te llena y te gusta, porque nada vale la pena si no eres feliz.
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