Ya nada es lo mismo...

Desde que se dió esa discusión, la gran amigocha ya no se comporta como antes. Ahora ella es más cortante, no como antes cuando todo era flexibilidad en nuestras decisiones (mucha más de mi parte que de la de ella, pero no es ese el punto). Ahora nuestros roles los quiere volver competitivos, no como antes que hasta nos echábamos la mano en exageración. Aquella buena persona que conocí se está esfumando…

Quiero pensar que ella sabe, que las personas no pueden estar de acuerdo en todo, que a veces pueden surgir diferencias. Quiero pensar que lo sabe, pero que aún no termina de aceptar que esto también puede ocurrir entre nosotras…

No podemos compaginar en todo, ni siquiera somos iguales en nuestras actitudes. Sé que va a haber veces en que yo quiera estar sola como hay veces en que ella quiere estar sola. Sé que todos necesitamos nuestro propio espacio para poder ser, más ella no me quiere dejar ser. ¡Todo desde que le di contra a uno de sus puntos!...

Creo que yo hice mal al ser siempre una persona que normalmente aceptaba lo que los demás decían. Creo que la malacostumbré al decir sí casi a todas sus palabras, al no refutar sus ideas aún cuando en el fondo pensara de manera distinta a ella, tal vez por que siempre ella fue buena conmigo y no quería decirle nunca que no. Pero, ¿qué habría ocurrido si yo hubiese dado mi brazo a torcer -como siempre solía hacerlo- ese día en que se suscitó la tan mencionada discusión? Tal vez ella nunca hubiera cambiado de actitud hacia mí, tal vez en este momento no me encontrara escribiendo esto…

No sé, quisiera negar que esto esta pasando, pero en realidad está pasando…

No quiero decirle nada porque sé que ella se va a hacer la desentendida y lo va a negar... Yo sé que ella sabe que sí ha cambiado, lo sé, pero tal vez nunca lo acepte, la conozco...

12/06/2003

Garambullita:

Gracias por estar conmigo en estos momentos que me siento sola, yo sé que no lo estoy pero así lo siento…

Sabes, a veces me pongo a pensar y me hago una pregunta: ¿Qué haría sin ti? No sabría. Será porque estoy acostumbrada a estar contigo o porque en realidad aprecio y valoro mucho tu amistad.

No sé cómo te voy a pagar todo lo que has hecho por mí. Pero sabes lo que me hace feliz? Que me brindas una amistad sincera y desinteresada, creo que es el mejor regalo que me puedes dar.

Atte: María

Amiga, a dónde te esfumas??